Cambridgeshire, Inglaterra.- 'Waffle', un perrito de dos años de raza labradoodle perdió un ojo tras recibir un disparo en la cara. Cuando sus dueños lo encontraron estaba cubierto de sangre.
Los propietarios de 'Waffle' explicaron que el can estaba en el jardín de la casa cuando comenzó a seguir un aroma en algún lugar cercano a la vivienda.
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Después de 20 minutos de no saber de él y buscarlo por los alrededores, el perrito regresó a casa, pero "estaba cubierto de sangre" con heridas cortantes por toda la cabeza.
Los dueños lo cargaron y lo llevaron de inmediato a un veterinario, donde una prueba con rayos X reveló que el pequeño 'Waffle' había sido herido con un arma de fuego.
Imagina cómo debe sentirse esta familia, especialmente los dos niños de 8 y 9 años de edad que son los mejores amigos de 'Waffle'", dijo Debs Bleathman, vecina de la familia.
A través de GoFoundMe, Debs reunió casi 3 mil euros para cubrir los gastos médicos que tuvo la familia del perrito para ayudarlo y que no perdiera la vida.
Fuente: Tripale