Costa Dorada, Australia.- Después de 10 días en coma, Brian Earl Johnston despertó para ser imputado por homicidio y pagar por sus actos: quemó viva a su esposa Kelly Wilkinson.
El pasado 20 de abril, los restos de la madre de tres niños fueron encontrados en su jardín en Arundel, en Costa Dorada. El responsable de su muerte fue su esposo, un exmarino estadounidense que sufrió quemaduras en sus manos.
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La Policía quiere interrogarlo, pero nosotros obviamente nos opusimos debido a que él no estaba en posición para contestar", informó Chris Hannay, el abogado de Johnston.
La pareja, separada cuando ocurrió el crimen, se casó en 2012. Apenas siete años antes, Johnston había renunciado al Cuerpo de Marinos en Ohio.
Tras el asesinato de Kelly, la familia Wilkinson reveló a medios locales que ella llamó en numerosas ocasiones a la Policía la semana antes de morir debido a que su pareja incumplía con una orden de restricción por violencia doméstica.
Una de las hermanas de Kelly, Natalie Wilkinson, dijo que ella llevó a la estación policial "casi todos los días" para reportar una violación a la orden que tenía Johnston.
Fuente Seven News