Iowa, Estados Unidos.- La mañana del martes 15 de junio, Alexander Jackson llamó al 911 para reportar que su padre, madre y hermana habían sido asesinados por "un intruso enmascarado" les había disparado.
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La historia del joven de 20 años no tardó mucho en venirse abajo debido a las inconsistencias y falta de evidencia que apoyara su versión de los hechos. Por ahora, no ha aceptado la responsabilidad del hecho, pero sí que había tensión entre él y su familia.
Las víctimas de la familia Jackson fueron identificadas como el papá, Jan Perry (61 años), la mamá, Melissa Ferne (68 años) y la hija, Sabrina Hana (19 años).
El acusado niega haber disparado a su familia, pero admite que su padre le había advertido recientemente que necesitaba encontrar un trabajo o irse de la residencia", se lee en la queja criminal.
La historia que Alexander dio a las autoridades fue que despertó por el sonido de disparos. Cuando vio al intruso comenzó a pelear con él, y este, le disparó en el pie para después huir.
La Fiscalía dice que, en la realidad, Alexander contó la historia de un "ladrón fantasma" que entró a su casa y mató a su familia.
En el hogar, la Policía encontró un rifle semiautomático calibre .22 que, según sospechas, podría ser el arma con el que mataron a la familia Jackson. Alexander dijo que su papá la había dejado cerca de la chimenea tras limpiarla la noche anterior.
Fuente: The Gazette