Colorado, Estados Unidos.- El 6 de agosto de 2018, Jennie Bunsom cumplió 16 años al día siguiente de matar a su sobrino de 7 años de edad. Él no paraba de llorar y ella quería que se callara, le tapó la boca y la nariz sin pensar que lo estaba asfixiando.
Da clic aquí y descubre más información de Tribuna Sonora en nuestra página de Google News
Te podría interesar
Aquel día, Jennie recuerda que su sobrino Jordan Vong quería jugar videojuegos con ella, pero no se sentía de humor, así que le dijo que fuera arriba. El niño no le hizo caso y en su lugar se metió debajo de la cama de su tía.
Jennie enfureció y empujó a su sobrino de cara contra el suelo. Jordan comenzó a llorar y ella quería que se callara, le tapó la nariz y la boca durante unos minutos.
No tardó mucho en darse cuenta que lo había matado. Nerviosa, pensó en deshacerse del cuerpo y lo metió debajo de su cama, después lo envolvió en una sábana y lo escondió en su clóset.
No le dijo a nadie de su familia o que le había hecho a Jordan porque tenía miedo. Dos días después de la desaparición del menor, la Policía giró una orden de cateo y encontró el cadáver.
Casi tres años después, Jennie de 18 años recibió una sentencia de siete años tras las rejas en una cárcel juvenil en Colorado.
Fuente: Denver Post