Carolina del Norte, Estados Unidos.- Después de 10 años, Jennifer McMillan Crow se declaró culpable por la muerte de su bebé recién nacida, a quien abandonó frente a una clínica de planeación parental con esperanza de que alguien la ayudara.
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Jennifer explicó ante las autoridades que dio a luz de manera prematura a su bebé en una tina de baño. Después, acudió a una tienda para vestir con un mameluco rosa a su hija de horas de nacida, la envolvió en una mantita y la dejó a su suerte frente a la clínica de Winston-Salem.
Aquel día de septiembre de 2010, empleados del centro llegaron sobre las 6:30 para abrir el establecimiento y ponerse a trabajar. Al principio, pensaron que aquella bebé abandonada era una muñeca.
El personal dejó a la bebé afuera, cubierta por una chamarra vieja y un letrero en el que se leía: "No tocar". Fue hasta un par de horas que los empleados decidieron echarle un segundo vistazo al objeto.
Después de las 9:10 de la mañana, un equipo antibomba de la Policía descubrió que lo que pensaban que era una muñeca, resultó ser un bebé real que ya no tenía signos vitales.
Una autopsia revelaría que la pequeña había muerto por hipotermia y neumonía debido a que, a su prematura edad, la habían abandonado en la intemperie.
Pasaron más de 10 años antes de que Jennifer enfrentara a la justicia por la muerte de su bebé. Durante sus audiencias, la mujer aceptó la culpa y dijo que ella pensó que su hija seguía viva y que, quizá, estaba en un hogar feliz.
Fuente: NBC, AP, Winston-Salem Journal