Tokio, Japón.- Cinco médicos fueron declarados responsables por la muerte de un niño, de dos años, al cual iban a operar en el año 2014, en Tokio, Japón, por lo que fueron multados con 60 millones de yenes, cada uno, para reparar el daño a los padres del menor. En total pagaran 180 millones de yenes.
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Los hechos ocurrieron en el Hospital Universitario Médico de Mujeres de Tokio, en febrero del 2014, cuando Kosuke, el menor de dos años, iba a ser operado por un tumor benigno que le salió en el cuello, por lo que fue sedado con propofol, una sustancia que es ilegal en Japón, ya que requiere ventilación artificial en menores, de lo contrario podría traer consecuencias devastadoras, como en el caso de la víctima.
La operación, realizada el día 18 concluyó en menos de siete minutos, el problema fue que el niño murió el 21 de febrero, debido a una sobredosis.
Aún después de siete años la familia de Kosuke exige justicia por la muerte de su hijo y acusan de negligencia a los médicos por no poner dosis adecuada.
Si los médicos se ocuparan de mi hijo como si fuera un miembro de su familia, esto no habría ocurrido. Lo lamento.
Fuentes: Japan Today
