Beijing, Chinga.- El pasado martes, 3 de agosto, China comenzó a aplicar medidas de seguridad más intensas en su territorio con la finalidad de mantener a raya la inminente alza en contagios de Covid-19 derivados de la variante Delta, la cual es considerada por la Organización Mundial de la Salud como la más contagiosa y de preocupación.
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Estas medidas de seguridad han ayudado al país gobernado por Xi Jinping a mantener controlados los casos de Covid-19, pese a ello, los expertos consideran que China está viviendo el pico más grave de casos desde el comienzo de la pandemia a finales del año 2019 en Wuhan con apenas 71 casos nuevos en 24 horas.
Estas tácticas de cierre total fueron puestas a prueba desde la primera ola de Covid-19, hace poco más de 15 meses, el Gobierno de China canceló los vuelos, ordenaron pruebas masivas y evitaron el ingreso al país a alrededor de 1,5 millones de personas.
Pese a los buenos resultados en cuestiones de crisis sanitaria, este tipo de restricciones ha comenzado a afectar anímicamente a los pobladores de China, además de causarles estragos en su economía personal, según datos de Associated Press News, por lo que es posible que estos cierres radicales cambien en los próximos meses, según lo declarado por el especialista Zhan Wenhong.
Definitivamente aprenderemos más del brote, el cual es una prueba de estrés para la nación. El mundo necesita aprender a convivir con este virus.
Fuentes: Associated Press News