Nueva York, Estados Unidos.- La mañana de este jueves 27 de octubre, el empresario Elon Musk, quien además de ser el hombre más rico del mundo es dueño de empresas como Tesla o Space X, confirmó que sí adquiriría la red social Twitter por la cual ofreció un total de 44 mil millones de dólares, cifra que tuvo que alcanzar haciendo diversas inversiones, venta de acciones y hasta conseguir fideicomisos pues solo contaba con 21 mil millones disponibles.
"Estimados anunciantes de Twitter, quería comunicarme personalmente para compartir mi motivación para adquirir Twitter", escribió en su cuenta oficial.
El sudafricano quien en semanas anteriores estaba bajo el ojo del huracán por hacerse retractado de llevar a cabo esta oferta, este jueves 27 de octubre confirmó que siempre sí la adquiriría y sería "por el futuro de la civilización", frase con la que quedaba por sentado que ya era dueño de una empresa más que aseguró en días pasados, seria más libre aunque a la vez podría generar que algunos usuarios tuvieran que pagar por usarla. "No puede convertirse en un infierno gratis para todos, donde puede decirse cualquier cosa sin consecuencias", exclamó.
En ese sentido, el nuevo dueño adelantó que la publicidad que se encuentra en dicha plataforma social tendrá una importancia relevante pero hasta ahora no ha hablado de los presuntos despidos que se dijo, realizaría en caso de ser el nuevo dueño, ya que de inicio había confirmado que el 25% de la plantilla, considerada empleados intrascendentes, serían despedidos, cifra que pronto llegó al 75% causando una mayor incertidumbre.
Aún con todo lo anterior, las acciones de la empresa se elevaron un 1.16% luego de conocerse que él se convertía de manera oficial en el nuevo propietario a quien además había prometido analizar el veto para Donald Trump, en especial porque es bien sabido que es fin al partido republicano para el cual milita el expresidente de Estados Unidos. Veto que dicho sea de paso, lo levó a crear sus propia red social que al momento, ya es una de las más populares en el país que encabezó y por el cual busca pelear de nuevo por la presidencia.
Antes de cumplirse la fecha límite para cerrar la transacción, Musk vivió las oficinas de Twitter y lo relevante es que llegó portando consigo un lavamanos, acción en la que resaltó: "Entrando a la sede de Twitter, ¡que se hunda!", frase que si bien no fue explicada, muchos la han interpretado como su manera de acabar con la administración pasada y con ello, tener su propia era o bien, en referencia a los despidos masivos que podrían acabar con al red tal cual la conocemos.
Fuente: Tribuna