Espirito Santo, Brasil.- Momentos de terror se registraron durante la jornada de este viernes, 25 de noviembre, cuando un adolescente, de 16 años, desató dos tiroteos distintos en escuelas ubicadas en una misma comunidad, al sureste de Brasil. De acuerdo con información presentada por las autoridades, alrededor de tres personas perdieron la vida; mientras que 13 personas se reportaron heridas.
Según algunos informes, todo ocurrió en el pueblo de Aracruz, en el estado de Espirito Santo. La Secretaría de Seguridad Pública del lugar informó que el siniestro se suscitó en dos centros educativos distintos ubicados en la misma zona. Uno era una primaria privada y el segundo era una secundaria pública, de hecho el tirador acudía a estudiar a esta última, esto según información presentada por el gobernador del lugar, Renato Casagrande.
De acuerdo con datos extraídos de la cámara de seguridad de una de las instalaciones, el menor fue captado utilizando un chaleco antibalas y una pistola semiautomática que, se cree, pertenecía a su padre, quien es un policía militar, esto según información de el Secretario de Seguridad Pública, Márcio Celante. Debido a que el atacante es un menor de edad, las autoridades se reservaron el nombre del tirador.
Como se mencionó anteriormente, varias personas resultaron afectadas por el ataque armado, entre ellos se puede contar a nueve profesores heridos, así como a seis personas más y dos niños, quienes ya fueron hospitalizados y se encuentran recibiendo atención médica, aunque hasta el momento se desconoce la gravedad de las lesiones y si prontamente podrán recuperarse de lo ocurrido durante la aterradora jornada.
Lamentablemente, dos profesores y un estudiante fueron asesinados durante le tiroteo, aunque por el momento se desconocen sus edades y géneros. Según información de las primeras investigaciones el tirador habría tenido acceso a las instalaciones de una de las escuelas debido a que ingresó por medio de la sala de profesores. Se estima que dicha puerta sí habría estado cerrada, pero rompió un candado para poder ingresar.
Fuentes: Tribuna