Sao Paulo, Brasil.- El pasado domingo 30 de octubre, la segunda vuelta de elecciones en Brasil dejó al candidato de izquierda, Luiz Inácio Lula da Silva, como el próximo presidente del país sudamericano, por lo que el actual mandatario y quien además contendía para ser reelecto, Jair Bolsonaro, se mantuvo en silencio por al menos dos días sin reconocer la derrota. Este evento no ha sucedido y hasta el actual presidente se mantiene firme en que se cometió un fraude electoral; no obstante, pese a su postura ha instado a sus seguidores a desbloquear las carreteras debido a las protestas en se llevan a cabo en toda la nación para evitar que el candidato de la oposición llegue al poder.
A través de las redes sociales, Bolsonaro quien fue severamente criticado en el pasado por el mal manejo que su gestión tuvo tras la pandemia por Covid-19 y el quitarle protección a la selva amazónica, lanzó un llamado a los camioneros a dejar de lado los bloqueos en las principales carreteras del país, algo que ha sucedido desde hace unos días pues los seguidores del derechista insisten en que alguien acusado de corrupción no puede ascender al cargo.
"A lo largo de este tiempo al frente de la Presidencia colaboré para que resurja el sentimiento patriótico, el amor a la Patria y a los colores verde y amarillo de la bandera, la defensa de la familia y la libertad y no podemos alejarnos de eso (….) Liberen las carreteras", pidió.
Cabe destacar que una vez que las autoridades electorales informaron cuál fue el margen de resultados donde Lula da Silva estaba arriba por casi un punto porcentual, los seguidores de Jair Bolsonaro salieron a las calles para pedir que el candidato de izquierda no fuera de nueva cuenta el presidente. El presidente electo ya había estado al frente de la nación y fue encarcelado tras ser acusado de corrupción, por lo que paso 19 meses en prisión.
Derivado de las protestas, Bolsonaro salió a reconocer la derrota el pasado miércoles 2 de noviembre cuando las protestas cesaron un poco; sin embargo, todavía hay grupos que se torna a favor del actual mandatario los que toman las cales pidiendo que la elección se anule. El caso en que Luiz Inácio Lula da Silva de 77 años de edad estuvo involucrado, se conoció como caso Petrobras donde presuntamente se beneficiaron cárteles de constructoras conformado por empresas como Odebrecht o Camargo Correa.
En abril del presente año, el presidente electo estuvo de visita en México y fue en tierra azteca donde destapó sus intenciones por contender otra vez a la presidencia de su país, por lo que se convertía en el oponente de Jair Bolsonaro quien durante la primera vuelta se mantuvo a la baja en los resultados. Al recocer su derrota, se dijo "triste y rabioso" pero finalmente remarcó que su intención era la de "mantener la cabeza en su lugar".
Fuente: Tribuna