Washington D.C., Estados Unidos.- Hace unos días el mundo entero se sorprendió con la noticia referente a la muerte del periodista Grant Wahl quien durante el partido entre Estados Unidos y Gales, denunció que las autoridades del estadio le impidieron el acceso debido a que portaba una playera con un arcoíris, insignia que ha sido usada por la comunidad LGBT+ y quienes son severamente discriminados en el país de los Emiratos Árabes; día después, se reportaba su deceso.
El comunicador quien cubría el partido entre Argentina contra Holanda, se desvaneció de manera abrupta causando una fuerte movilización entre los demás miembros de la prensa y, aunque recibió atención médica oportuna, se dijo que no era posible hacer nada por su salud, lo que llevó a que la familia denunciara un presunto homicidio dados los antecedentes. A días del deceso, es la misma familia la que ha desechado la teoría y hasta difundió cuál es la posible causa del fallecimiento.
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La familia del periodista recordó que durante su estadía en la sede mundialista, reportó presentar problemas de salud, entre las que destacaba una fuerte tos que posiblemente se debió a una fuerte bronquitis que a su vez derivaría en una embolia pulmonar, lo que lo llevó a desvanecerse en el recinto deportivo y perder la vida. "No se encontraba en estado de shock", escribió su hermano a través de las redes sociales.
El hermano del periodista, quien había sido el que denunció el posible homicidio, fue también el encargado de informar a través de las redes sociales que en los siguientes días se difundiría un comunicado donde se detallan las causas del deceso. Cabe destacar que también él se había encargado de denunciar que en el estadio no hubiera un desfibrilador para dar atención al periodista una vez que se desvaneció tras una fuerte tos; sin embargo, la FIFA desmintió los hechos.
Los restos de Grant Wahl llegaron desde Qatar a la ciudad de Nueva York el pasado lunes 12 de diciembre y de inmediato se le realizó una necropsia donde se permitió conocer la causa de muerte, El periodista recibió atención médica en Qatar donde se descartó que tuviera Covid-19; sin embargo, insistía en que su salud no estaba bien y hasta presentaba problemas para dormir, lo que aunó a la pesada carga laboral que supone el Mundial de Futbol.
Fuente: Tribuna