Johannesburgo, Sudáfrica.- El pasado sábado, 3 de diciembre, los creyentes de una iglesia vivieron momentos de terror cuando una corriente de agua arrasó con su templo, lo que dejó como consecuencia el fallecimiento de nueve persona, aunque las autoridades afirman que la cifra podría aumentar, debido a que aún no se han localizado a ocho asistentes más, por lo que las investigaciones continúan abiertas.
Los hechos ocurrieron el día de ayer en una iglesia ubicada en las orillas del río Jukskei, en Johannesburgo, Sudáfrica, cuando el caudal se desbordó lo que provocó una inesperada inundación dentro del templo. De acuerdo con las investigaciones, el agua logró arrasar con la congregación, de los cuales, nueve personas fallecieron, mientras que otros ocho más continúan como desaparecidos.
De acuerdo con información del medio Associated Press News, la inundación fue provocada por una serie de lluvias en el lugar, lo que provocó que el río, que corre por el municipio de Alexandra y el área anteriormente citada se desbordase. Según información del portavoz del Servicio de Emergencia de Johannesburgo, Robert Mulaudzi, desde hace algunos días las autoridades ya habían advertido a la población que se mantuviera alejada de los caudales, ya que existía la posibilidad de que éstos se desbordasen.
Cabe señalar que en Sudáfrica, es bastante habitual que haya iglesias o centros religiosos a las orillas de ríos, debido a que es en estos lugares donde regularmente celebran bautizos o rituales como limpias, por lo que las advertencias del organismo anteriormente mencionado estarían mayormente enfocadas a los creyentes religiosos: "Hemos estado recibiendo mucha lluvia en la ciudad de Johannesburgo en los últimos tres meses, y la mayoría de las corrientes de los ríos ahora están llenas. Nuestros residentes, especialmente, los feligreses que normalmente practican este tipo de rituales, se verán tentados a ir a estos ríos", declaró Robert en una rueda de prensa.
Según información del propio Mulaudzi, el equipo de búsqueda se dividió en dos; uno está encargado de entrevistar a los residentes del área para averiguar si saben exactamente la cantidad de creyentes que estaban en el sitio o si tuvieron contacto con alguno que haya logrado escapar de la furia del agua; mientras que el segundo está encargándose de buscar en las ruinas del lugar a algún sobreviviente.
Fuentes: Tribuna