Nueva York, Estados Unidos.- Un caso de bullying ha sacudido a la opinión pública de Estados Unidos y es que recientemente se difundió el caso de un niño de 6 años de edad identificado como Dominick Krankall quien narró cómo un joven que solía acosarlo, le lanzó una pelota de tenis bañada con gasolina, misma que después prendió y con ello, le provocó severas quemaduras en el rostro.
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Los hechos ocurridos en Connecticut han sido difundidos a fin de crear conciencia y trabaja en erradicar este tipo de conducta violenta que no solo afecta a las víctimas en el ámbito psicológico, sino también físico, pues en el caso del menor de edad se ha informado que su situación es grave.
La policía de Nueva York destacó que Dominick se encontraba en el patio trasero de su casa ubicada en Bridgeport cuando el pasado domingo 24 de abril, un niño de 8 años de edad lo llamó para mostrarle algo sin saber que se trataba de una pelota con gasolina y que después fue envuelta en llamas.
“Tan pronto como bajó las escaleras, el acosador lo llamó por su nombre y lo atrajo a la vuelta de la esquina. En cuestión de segundos volvió a dar la vuelta a la esquina gritando, diciendo: '¡Mami, me prendieron fuego! ¡Me prendieron fuego!'”, declaró, Kayla Deegan, hermana de Dominick a los medios locales.
Al llevar a cabo la investigación correspondiente, se informó que el menor de edad ya había narrado haber sido víctima del niño dos años mayor que él, por lo que se buscó conocer cómo es que la pelota en llamas terminó en el rostro del menor quien se encuentra en el Bridgeport Hospital a fin de recuperar su salud.
“Lo que hizo fue verter gasolina en una pelota de tenis, tomó un encendedor, lo encendió y simplemente lo arrojó directamente a la cara de mi hermano, y luego se escapó de él y lo vio arder”, declaró la hermana de la víctima.
En ese sentido, se informó que los padres del menor que atacó a Dominick ya habían sido testigos de la manera tan hostil en que se dirigía al niños de 6 años, pues meses atrás lo había lanzado contra la pared y éste cayó abruptamente al suelo, lo que le causó daño y a su vez, fue ignorado por la madre del que hoy se ha calificado como agresor.
Al momento, el menor de 6 años de edad permanece en la unidad de quemados del nosocomio donde los médicos espera que las secuelas no sean graves y tras recuperarse, pueda llevar una vida plena.
Fuente: The New York Post