Londres, Reino Unido.- Hace algunas semanas el nombre de Boris Johnson acaparó las portadas de los medios internacionales debido a que se describió que, durante el confinamiento derivado de la crisis sanitaria por Covid-19, había estado presente en varias fiestas clandestinas, algo por lo que fue severamente criticado, al tiempo que se pidió su destitución; no obstante, solo se abrió una investigación en donde el funcionario optó por pedir disculpas y asumir toda responsabilidad de lo acontecido.
Cabe destacar que al momento, Johnson no ha confirmado que se trataron de fiestas clandestinas pese a que se han difundido imágenes de los eventos, uno incluso con motivo de su cumpleaños ya que el primer ministro asegura, pensó que las reuniones eran de índole laboral y no recreativa, por lo que tras ello, ha asegurado que espera estar en el cargo que actualmente ocupa hasta mediados de la década del 2030.
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De quedarse en el cargo hasta la fecha que ha vaticinado el pasado sábado 25 de junio, Boros Johnson se convertiría en el primer ministro más longevo en ocupar tal cargo, todo mientras hace caso omiso a los llamamientos a que presente su renuncia por el denominado 'partygate' pues basta recordar, obtuvo un voto de confianza por parte de los miembros del parlamento quienes resaltaron mantenerlo al frente de dicha nación.
"En este momento estoy pensando activamente en un tercer mandato y en lo que podría pasar entonces. Sin embargo, lo revisaré cuando llegue a ello", mencionó Boros Johnson.
@GonestAlbert
De acuerdo en lo estipulado por la ley de Reino Unido, en caso de buscar ocupar un tercer mandato, Boris Johnson tiene hasta diciembre del 2024 para convocar a votaciones nacionales; sin embargo, tanto la ciudadanía como algunos miembros del parlamento han manifestado rechazo a que éste continúe su gestión, lo que daría como resultado que tampoco pueda obtener una tercer victoria, pero como expertos en la materia han resaltado, será cuestión de los electores los que decidan si rebasa el tiempo de Margaret Thatcher o no.
Fuente: Tribuna