Georgia, Estados Unidos.- El pasado 23 de febrero del 2020, la comunicad del estado de Georgia, en específico de la ciudad de Brunswick, se sorprendió debido a que medios locales y autoridades competentes, confirmaron la muerte de un hombre identificado como Ahmaud Arbery, quien en aquel día había salido a trotar por las calles de su vecindario cuando fue perseguido por dos hombres de tez blanca quienes, una vez que lo alcanzaron, le dispararon en al menos dos ocasiones.
La Policía local informó que el delito se perseguiría como un crimen de odio pues el finado era de descendencia afroamericana, motivo por el que Travis McMichael, de 36 años y su padre Gregory McMichael, de 66 ambos de tez blanca, iniciaron un juicio penal en su contra, mismo que culminó con el dictamen de sentencia este martes 9 de agosto en donde ambos recibieron cadena perpetua por este crimen.
El occiso de 25 años de edad, a quien los vecinos calificaban como un joven agradable, fue visto por la pareja quienes de inmediato comenzaron a seguirlo a bordo de una camioneta y, una vez que lo alcanzaron, fue el hijo quien sacó un arma de fuego y le disparó, detonación que fue fulminante y, pese al llamado a los cuerpos de emergencia, nada se pudo hacer para salvar su vida. Posteriormente, las cámaras de videovigilancia derivaron en el arresto de ambos sujetos y luego del análisis de los jueces, permanecerán en prisión por el resto de su vida.
Cabe destacar que este crimen se sumó a la petición de la ciudadanía a impartir justicia la tiempo de detener los ataques contra las personas afroamericanas, movimiento que surgió luego del asesinato de George Floyd en mayo del 2020 donde Policías del mismo estado, lo sometieron hasta dejarlo inconsciente pese a las súplicas del hombre de no poder respirar. Tras dictar sentencia por el asesinato de Arbery, se espera que lo mismo suceda con los uniformados involucrados en el asesinato de Floyd a quienes e halló culpables.
Fuente: Tribuna