Estados Unidos. - El presidente Joe Biden ha condenado el tiroteo masivo que tuvo lugar en Lewiston, Maine, calificándolo como "otro evento trágico y sin sentido". El incidente dejó al menos 18 personas muertas y otras 13 heridas. En una declaración emitida el jueves, el presidente instó a los residentes a prestar atención a las advertencias y orientación de las autoridades locales mientras el sospechoso sigue prófugo.
El mandatario destacó que el gobierno federal no está haciendo lo suficiente para prevenir eventos como este y urgió a los republicanos en el Congreso a trabajar con él en la legislación para prohibir los rifles de asalto y ampliar las verificaciones de antecedentes. Hizo un llamado a la acción, diciendo: "Hoy, a raíz de otra tragedia, insto a los legisladores republicanos en el Congreso a cumplir con su deber de proteger al pueblo estadounidense. Trabaje con nosotros para aprobar un proyecto de ley que prohíba las armas de asalto y los cargadores de alta capacidad, para promulgar verificaciones universales de antecedentes, para exigir el almacenamiento seguro de armas y para poner fin a la inmunidad de responsabilidad de los fabricantes de armas".
El presidente abandonó una cena de Estado en Australia para ser informado sobre el tiroteo masivo. Además, se puso en contacto con funcionarios de Maine, incluyendo a la gobernadora Janet Mills, los senadores Angus King y Susan Collins, y el representante Jared Golden, para ofrecer apoyo federal.
Este incidente es otro recordatorio de la persistente y grave problemática de la violencia armada en los Estados Unidos. A pesar de los esfuerzos legislativos, las soluciones efectivas para abordar la proliferación de armas y prevenir tiroteos masivos siguen siendo difíciles de lograr.
En 2022, el Congreso aprobó una legislación sobre armas que amplió las verificaciones de antecedentes y destinó fondos para servicios de salud mental y seguridad escolar. Sin embargo, el presidente Biden ha abogado por medidas adicionales, como la prohibición nacional de armas de asalto, que aún no se han implementado debido a la complejidad política y las divisiones partidistas en el Capitolio.
El tiroteo en Lewiston, Maine, se suma a la lista de eventos trágicos que han afectado a comunidades en todo el país. El sospechoso, identificado como Robert Card, instructor de armas de fuego de la reserva del Ejército, sigue prófugo, lo que ha llevado a una intensa búsqueda y cierre en todo el estado. Card es considerado "armado y peligroso" según la gobernadora Mills.
El presidente Biden ha ordenado que las banderas de la Casa Blanca y los edificios federales ondeen a media asta hasta el 30 de octubre en honor a las víctimas del tiroteo. Mientras tanto, el país se enfrenta una vez más a las difíciles preguntas sobre cómo abordar la violencia armada y proteger a sus ciudadanos.
Fuente: Tribuna