Los Ángeles, Estados Unidos.- El martes pasado, la Corte de Distrito del Distrito de Columbia en Estados Unidos emitió una orden para cambiar las condiciones de la liberación supervisada de Emma Coronel Aispuro, la esposa de Joaquín Guzmán Loera, conocido como 'El Chapo'. Coronel fue liberada el pasado 13 de septiembre después de purgar una sentencia reducida en una prisión de dicho país.
En la resolución, el juez Rudolph Contreras especificó que Emma Coronel está obligada a proporcionar, sin necesidad de una orden, información sobre sus propiedades, residencia, vehículo, documentos, computadoras, teléfonos móviles, comunicaciones electrónicas, dispositivos de almacenamiento de datos, cuentas de correo electrónico, cuentas de redes sociales, cuentas de almacenamiento en la nube y cualquier otro elemento bajo su control.
Esto aplicará si existe una sospecha razonable de violación de las condiciones de supervisión o de conducta ilegal por parte de la acusada. Asimismo, el magistrado requiere que la imputada proporcione al oficial de supervisión lo siguiente: 1) una autorización firmada para la revisión de su historial crediticio; 2) sus declaraciones de impuestos federales y estatales, acompañadas de una autorización firmada para la divulgación de dicha información.
3) un informe financiero preciso que incluya documentación respaldatoria de todos los activos, ingresos, gastos y pasivos de la acusada. Durante 2 años y 4 meses, Emma Coronel estuvo detenida en una cárcel de Texas y posteriormente pasó unos meses en una casa de transición en California. Esta situación se dio después de ser condenada por conspirar en la distribución de drogas, lavado de dinero y participación en transacciones de propiedades vinculadas a actividades delictivas relacionadas con el narcotráfico.
A pesar de haber sido puesta en libertad, Coronel, ciudadana con doble nacionalidad mexicana y estadounidense, está sujeta a un período de libertad supervisada que se extiende por 4 años. Durante este tiempo, se le exige informar sobre su lugar de residencia y aceptar visitas inesperadas por parte de su oficial de supervisión, entre otras medidas, con el fin de asegurar que no reincida en actividades delictivas.
Fuente: Tribuna