Washington D.C., Estados Unidos.- El pasado miércoles 8 de febrero, la primera dama de Estados Unidos, Jill Biden, se 'robó' la atención de los medios de comunicación debido a que en un event público, se besó con Doug Emhoff, actual esposo de Kamala Harris quien funge como vicepresidenta del mismo país, lo que ha causado polémica pues los personajes que protagonizaron este raro momento, son parejas de las figuras más importantes dentro de la política estadounidense.
Cabe destacar que el beso, que sigue dando de qué hablar, sucedió momentos antes del discurso de Joe Biden en el Capitolio. Mientras la primera dama arribaba a su asiento, salido al esposo de Kamala Harris con un beso en los labios; sin embargo, las personas que estaban al rededor de ambos no reaccionan con asombro, por lo que pronto surgió la duda de si en verdad el beso había ocurrido o solo fue cercano a los labios del otro.
Cabe destacar que esta no es la primera vez que Jill Biden se ve involucrada en una situación de este tipo, pues en 2016 presuntamente también había besado en los labios al entonces CEO de Amazon, Jeff Bezos, algo por lo que su equipo de trabajo destacó que el beso parecía haber sido así solo por el anglo de la cámara y no porque en realidad lo haya besado, lo que aparentemente sucedió esta vez.
Mientras Jill Biden se mantiene en silencio por este polémico saludo al esposo de la vicepresidenta de Estados Unidos, la misma Kamala Harris ya dio su postura, en la cual dejó claro que pese a la polémica, todavía no ha visto tal video; sin embargo, insisten que tanto su esposo como Jill Biden trabajan arduamente para combatir el antisemismo, postura con la que dejó a un lado el tema para evitar. Más confusiones.
"Pero sí sé que la primera dama y el segundo caballero están trabajando arduamente con lo que estamos haciendo con mi esposo contra el antisemitismo".
Mientras no haya una postura oficial de su hubo o total beso, se mantiene la polémica en redes sociales y en medios de comunicación local, especialmente por aquellos que han considerado el beso como algo “asqueroso” bajo el argumento de que sí ocurrió, algo que Harris sabe de sobra pero ha preferido omitir el tema para evitar que la polémica siga creciendo y con ello, su Gobierno se vea afectado.
Fuente: Tribuna