Jindires, Siria.- El pasado lunes 6 de febrero, un terremoto de 7.8 azotó los países de Turquía y Siria; horas después, una réplica de 7.7 entorpeció las labores de rescate y cobró más vidas humanas. No obstante, los trabajos para buscar sobrevivientes de entre los escombros han dado resultados positivos; tal es el caso del salvamento de una bebé recién nacida que estaba sepultada en la ciudad de Jindires, Siria.
Las siguientes imágenes son sensibles, favor de tener discreción.
De acuerdo con medios internacionales, fue el pasado martes 7 de febrero cuando habitantes de la ciudad de Jindires, al norte de Siria, escucharon un llanto que parecía ser una bebé recién nacida, por lo que empezaron a mover los escombros de un edificio que era una unidad habitacional. Luego de recibir apoyo de las autoridades, encontraron un milagro: una menor, pegada al cordón umbilical de su madre, que aún vivía.
De inmediato autoridades se movilizaron para socorrer a la bebé, la cual fue llevada a un hospital infantil en la ciudad de Afrin, Siria. El médico pediatra Hani Maarouf declaró a un medio citado por CNN que la recién nacida se encuentra estable pero que llegó al nosocomio con hematomas, laceraciones e hipotermia, por lo que continúa bajo observación médica. Se cree que la madre de la infante dio a luz casi al mismo tiempo que inició el siniestro.
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Lamentablemente, la mujer murió, al igual que los hermanos y una tía de la niña, señalaron medios locales. Imágenes que se han difundido en redes sociales exponen el momento en el que rescatistas se llevan a la menor, cubierta de polvo, luego de haberla salvado de morir. Las labores de búsqueda continuarán; no obstante, el número de víctimas mortales en Turquía y Siria por el fuerte temblor ya superan los 11 mil.
Fuente: Tribuna