Tel Aviv, Israel.- En medio oriente sigue una crisis humanitaria sin precedentes y ahora Israel se encuentra en alerta máxima, debido a que más de 600 mil personas salieron durante la noche de este domingo de manera espontanea a las calles de las principales ciudades de Israel para protestar por la destitución del ministro de Defensa, Yoav Gallant, defenestrado tras defender una suspensión de la tramitación de la polémica reforma judicial.
Las manifestaciones se han registrado desde Kiryat Shmona, ciudad en el norte, hasta Eliat, en el Sur del país de medio oriente, se ha tenido especial repercusión en Tel Aviv, Jerusalén, Haifa y Beersheva, así lo informó el canal de televisión Channel 12. En Jerusalén los manifestantes comenzaron a marchar desde la vivienda del primer ministro Benjamin Netanyahu, en la calle Gaza, hacia la Knesset o Parlamento israelí y la residencia oficial del primer ministro. La Policía empleó cañones de agua contra los manifestantes concentrados ante la vivienda de Netanyahu.
En Tel Aviv los manifestantes cortaron el cruce de Kaplan y ocuparon la autopista Ayalon, escenario habitual de enfrentamientos entre activistas y policías. En ese marco Mientras, algunos medios citan fuentes del partido Likud de Netanyahu que aseguran que se están planteando "pausar" la tramitación de la reforma. El primer ministro Ehud Barak respondió a este planteamiento y ha asegurado que "pausar la reforma no parará las protestas, hemos pasado el punto de no retorno".
Por su parte, Channel 12 informó que el Ejército israelí elevó el nivel de alerta ante el riesgo de que actores externos intenten aprovechar esta división. La televisión pública Kan ha respondido que esta noticia no es cierta. Cabe señalar que este domingo el cónsul de Israel en Nueva York, Asaf Zamir, presentó su renuncia en protesta por la propuesta del Gobierno de aprobar la controvertida reforma del poder judicial, y después de que el primer ministro, Benjamin Netanyahu, cesara al ministro de Defensa.
"La situación política en Israel ha llegado a un punto crítico", por lo que siente "una profunda sensación de responsabilidad y obligación moral de alzar la voz por lo que está bien y de luchar por los valores democráticos que defiende", señaló.
Cabe señalar que medios locales revelaron que el 58 por ciento de los israelíes estimaron posible el inicio de una guerra civil o de enfrentamientos violentos en el país, en tanto 31 por ciento de los interrogados desestimó el peligro. La reforma impulsada por la alianza derechista en el poder permitiría al Parlamento anular las decisiones judiciales con la mayoría mínima y seleccionar a los jueces.
Fuente: Tribuna