Seúl, Corea del Sur.- Este martes, 25 de abril, se desataron protestas en Seúl, capital de Corea del Sur. Resulta ser que, alrededor de 50 personas dedicadas a la crianza de perros y a la producción de carne de este tipo de animal se dieron cita para reclamarle a su primera dama por, presuntamente, externar su apoyo a grupos activistas que buscan que la carne de los cuadrúpedos deje de ser vendida como alimento.
Aunque en muchos otros países, esta idea podría resultar impensable, la realidad es que en algunas naciones asiáticas, el consumo de la carne de perro es bastante habitual, tal es el caso de China, donde, en el año 2020 se encontraron a algunos canes en el mercado de Wuhan, los cuales eran vendidos para el consumo alimenticio de la gente. Esta misma situación se repite en Corea del Sur, donde desde hace varios siglos se alimentan de este tipo de animales.
Sin embargo, actualmente se vive un fuerte conflicto en el país hermano de Nor-Corea, ¿la razón? Resulta ser que las personas jóvenes han externado en diversas ocasiones su disgusto por la carne de perro, al cual ven más como a un compañero o hasta incluso un miembro de la familia, que como un ingrediente para algún platillo. Debido a ello, la compra de este tipo de productos ha bajado notablemente en los últimos tiempos.
Como era de esperarse, esto no agrada demasiado a los productores de la carne de perro, quienes este martes, 25 de abril, se dieron cita en la oficina del presidente Yoon Suk Yeol, para exigirle a su gobierno una compensación en caso de que conviertan esta práctica en algo ilegal; mientras que también plantearon la opción de que les permita mantener su trabajo durante los próximos 15 o 20 años, hasta que sus clientes mueran. El motivo por el que se eligió dicha cifra de años es porque la mayoría de consumidores de carne de perro son adultos de la tercera edad.
Si bien, en Corea del Sur, ya existían algunas tensiones por este tema, las cosas estallaron cuando la primera dama, Kim Keon Hee, se reunió con un grupo de manifestantes, durante un almuerzo a puerta cerrada, donde les habría prometido que sumará esfuerzos con el fin de terminar con el consumo de la carne de perro, durante el tiempo que dure la presidencia de su marido, Yoon, la cual concluye para el próximo año 2007.
Si bien, la postura real de la primera dama, en realidad es desconocida, porque como se mencionó anteriormente, solo los activistas y ella estuvieron presentes, el rumor de que ella apoyaba a una reforma contra el consumo de este tipo de carne se esparció rápidamente, por lo que los criadores y productores se opusieron declarando que ella no tenía derecho a hacer dicha promesa, ya que, no tenía un lugar en el Gobierno, así como también la acusaron de intentar derribar su modo de vida.
Fuentes: Tribuna