Pedro Juan Caballero, Paraguay.- En días recientes, un caso estremeció a los habitantes de Paraguay, después de que saliera a la luz la historia de Aurelia Salinas, quien vendió a su hija, de 3 años, a un narcotraficante a cambio de estupefacientes. La venta de la infante fue captada a través de las cámaras de seguridad que se localizaban a las a fueras de la vivienda de la acusada. Al poco tiempo, el cuerpo de la niña fue localizado con huellas de violencia sexual, en una casa abandonada.
Los hechos ocurrieron en la localidad de Pedro Juan Caballero en el país latinoamericano, de acuerdo con información de las autoridades, Aurelia habría ofrecido a su hija, la pequeña Luz Maida, a cambio de crack. Como se mencionó anteriormente, el cuerpo de la infante fue encontrado cubierto por una camiseta, encima de una cama, que se encontraba en el interior de una casa abandonada.
Inicialmente, la mujer le dijo a las autoridades que su hija había desaparecido, pero tras el comienzo de las investigaciones, descubrieron unas imágenes captadas por una cámara de seguridad, en donde se aprecia al traficante cargando a la niña, mientras ella lloraba e intentaba zafarse, por lo que el sujeto la golpeó con la otra mano. En las imágenes se puede ver que se van por un camino de terracería, probablemente en dirección a la casa en donde la pequeña fue localizada.
De alguna manera, los lugareños se enteraron de que Aurelia habría vendido a la infante, por lo que enfurecieron e intentaron linchar a la mujer, a quien arrastraron ante las autoridades para que confesara lo que en realidad hizo con su hija. Por su parte, el novio de la fémina confesó que él habría estado involucrado en el asesinato de la menor y días después, una autopsia confirmó que Luz fue agredida sexualmente.
Algo que llamó especialmente la atención de la policía es que, durante el caso, Aurelia llegó a ser vista en estado inconveniente y parecía despreocupada por su hija, incluso algunas personas testificaron que los vecinos parecían estar más preocupados por el paradero de la menor. Una vez que se confirmó todo, alrededor de 300 lugareños asistieron al funeral de la pequeña Luz y, posteriormente, acudieron a quemar la casa en donde encontraron su cuerpo y, se estima, que fue donde abusaron de ella.
Actualmente, tanto Aurelia como su novio y un adolescente, de 17 años, se encuentran en prisión por tener alguna relación con la muerte de Luz. Cabe mencionar que la mujer tiene otros siete hijos, incluida una niña, de 12 años, a la que supuestamente también habría vendido para que un hombre de 30 años abusara de ella. Este último caso está bajo investigación y se espera una resolución pronta.
Fuentes: Tribuna