Londres, Inglaterra.- El pasado 18 de agosto fue declarada culpable de haber asesinado a por lo menos siete bebés, una enfermera de 33 años de edad identificada como Lucy Letby, la cual se desempeñaba como encargada del área de sala de neonatos ubicada en el hospital de hospital Countess of Chester y quien aparentemente, había inyectado con aire e insulina a los recién nacidos. El casque se volvió controversial, ha causado más conmoción debido a que la mujer fue condenada a cadena perpetua por parte de un tribunal británico.
Con la realización de una audiencia, la juez a cargo del caso aseguró que "el impacto de sus crímenes ha sido inmenso", por lo que, delante de la familia de los bebés a los que ésta les quitó la vida, aseguró que lo que había conseguido era generar "un daño de por vida". La acusada ha trascendido se negó a comparecer ante el tribunal con el fin de evitar ver de manera presencial a las familias de los bebés a los que había asesinado. Cabe decir que además tenía cargos por intento de asesinato de seis bebés más cuando trabajaba en otro hospital de Reino Unido.
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Al haberse negado tanto a participar en la audiencia de veredicto como de sentencia, la ciudadanía en general se ha mostrado indignada por lo que se ha exigido que las leyes cambien a modo que los presuntos culpables o criminales con un veredicto dictado, estén obligados a participar en las actividades que definan su proceso legal y no evadan a los familiares. Por estos actos, el primer ministro de Inglaterra, Rishi Sunak, también se pronunció en redes sociales y calificó como "cobarde" la acción de la enfermera a no presentarse ante la autoridad.
Creo que es una cobardía que las personas que cometen delitos tan horrendos no enfrenten a sus víctimas y escuchen de primera mano el impacto que sus crímenes han tenido en ellos y sus familias y seres queridos. Estamos buscando y hemos estado cambiando la ley para asegurarnos de que eso suceda y eso es algo que presentaremos a su debido tiempo", dijo el ministro.
Durante el proceso que llevó primero a declarar culpable a la enférmela y tras ello dictarle cadena perpetua, el Tribunal de Manchester se dio a la tarea de escuchar los testimonios de las familias de los bebés a los que Letby asesinó. Los crímenes, cometidos entre 2015 y 2016, llevaron a que se reportara una inusual tasa de mortalidad entre bebés recién nacidos los cuales se desmayaban y tras ello, perdían la vida sin motivo aparente.
Investigaciones a modo de esclarecer los decesos, llevaron a señalar a la enfermera como principal sospechosa, ya que los desmayos inusuales se daban cuando ésta estaba en turno. Estudios realizados a los cuerpos de los bebés destacaron que les inyectaba aire en la sangre y en el estómago, al tiempo que eran alimentados en exceso con leche. Asimismo, los infantes de apenas horas de nacidos, eran agredidos físicamente hasta sangrar y con ello, perder poco a poco la vida.
Pese a que era señalada como la principal sospechosa, se dijo que hubo una temporada donde logró evadir una detención, lo que la llevó as seguir coextiendo crímenes ahora en otro nosocomio donde también estaba a cargo del área neonatal. En total se dijo que agredió a 13 bebes mientras fue para del grupo de enfermeras del hospital Countess of Chester y, con el fin de oculta su responsabilidad, intentaba hacer creer al cuerpo médico que morían de causas naturales.
Soy malvada, yo hice esto", escribió la enfermera en una nota después.
La detención de Lucy Letby se dio el pasado mes de noviembre del 2020, fecha en la que se cateó su domicilio llevando a que las autoridades encontraran notas donde confesaba ser responsable del asesinato de los bebés. "No merezco vivir. Los maté a propósito porque no soy lo suficientemente buena para cuidarlos (…) Soy una persona horriblemente malvada. Soy malvada, yo hice esto”, decía una de las notas donde llevaba el registro de decesos.
Fuente: Tribuna