Sudáfrica.- La tensión internacional crece a medida que Sudáfrica acusa formalmente a Israel de genocidio ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) en La Haya. La ofensiva militar israelí en la Franja de Gaza ha desencadenado un enfrentamiento legal y político, con el respaldo de Brasil y Colombia a la demanda sudafricana.
El gobierno sudafricano presentó un recurso urgente para obligar a Israel a suspender de inmediato sus operaciones militares en Gaza, alegando que incumple sus obligaciones en virtud de la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio. Sudáfrica, país signatario de este tratado de 1948, busca que la CIJ evalúe las acciones de Israel en el marco de este acuerdo internacional.
En un documento de 84 páginas, Sudáfrica argumenta que los bombardeos y las operaciones terrestres de Israel tienen la intención específica de destruir a los palestinos de Gaza como parte de un grupo nacional, racial y étnico más amplio. A pesar de condenar los ataques de Hamás que desencadenaron el conflicto, el gobierno sudafricano sostiene que las acciones de Israel constituyen genocidio.
El presidente israelí, Isaac Herzog, calificó estas acusaciones como "atroces y absurdas", asegurando que Israel presentará su caso en la CIJ, destacando el derecho a la legítima defensa acorde al derecho internacional humanitario. Herzog enfatizó que el ejército israelí busca evitar consecuencias no deseadas y proteger a la población civil en circunstancias extremadamente complicadas.
Brasil y Colombia se suman al respaldo de Sudáfrica, expresando su apoyo a la acción legal contra Israel. El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, manifestó su respaldo tras reunirse con el embajador palestino en Brasilia. El comunicado oficial de Colombia, liderado por Gustavo Petro, saludó la demanda sudafricana y expresó su disposición a tomar acciones judiciales concretas si fuera necesario.
Aunque los fallos de la CIJ son definitivos y no pueden apelarse, la historia demuestra que los países no siempre siguen los veredictos de la corte. En este caso, la Corte evaluará si existe un riesgo de perjuicio irreparable a los derechos consagrados en la Convención sobre el Genocidio, sin pronunciarse aún sobre el fondo del caso, un proceso que probablemente lleve varios años.
La escalada de tensiones entre Sudáfrica e Israel, respaldada por la posición de Brasil y Colombia, plantea interrogantes sobre el papel de la CIJ en la resolución de conflictos internacionales y la relevancia de los tratados internacionales en el escenario geopolítico actual.
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