Quito, Ecuador.- El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, anunció este lunes la imposición de un estado de excepción, marcando así la primera vez que recurre a esta medida desde el inicio de su mandato el pasado 23 de noviembre. La decisión fue una respuesta a una serie de disturbios que tuvieron lugar en al menos seis cárceles del país, caracterizados por la retención de guardias penitenciarios y la quema de colchones.
Este estado de excepción facultará la intervención de las Fuerzas Armadas, en colaboración con la Policía, para controlar los centros carcelarios, una acción que ya se ha implementado en situaciones anteriores. A través de un mensaje en Instagram, Noboa afirmó haber firmado el decreto para respaldar legal y políticamente las acciones de las Fuerzas Armadas y brindarles un respaldo total.
En el mismo mensaje, el presidente indicó que había impartido instrucciones precisas a los mandos militares y policiales para abordar la crisis en las cárceles, que experimentaron una serie de motines durante la jornada. Destacó la necesidad de un cambio en el país, argumentando que las leyes actuales no son suficientes para mantener la paz. En este contexto, planteó la posibilidad de realizar una consulta popular centrada en cuestiones de seguridad y la reintroducción de los juegos de azar.
Noboa atribuyó la crisis carcelaria a las bandas de narcotráfico, sicariato y crimen organizado, sin señalar directamente a gobiernos anteriores, aunque insinuó que algunos recibían dictados de estas bandas. Subrayó que la situación actual es el resultado de la determinación de su gobierno para recuperar el control de las prisiones y no cederá ante negociaciones con terroristas.
En otro frente, Wilson Pavón, comandante de la Policía en Quito, informó a los periodistas que se logró restablecer la tranquilidad en la Cárcel de El Inca, donde los reclusos provocaron incendios en colchones. Pavón detalló que se ha restablecido el orden en una primera fase y que se llevarán a cabo inspecciones en las celdas como parte de una segunda etapa, seguida por un recuento de reclusos para asegurar que ninguno haya escapado en la tercera fase. Destacó que la operación policial se hizo sin enfrentamientos.
En resumen, la declaración del estado de excepción en Ecuador representa un paso significativo en respuesta a la crisis carcelaria, con el presidente Daniel Noboa buscando el respaldo de las Fuerzas Armadas para restablecer el control en los centros penitenciarios y proponiendo medidas adicionales para abordar problemas de seguridad a través de una consulta popular. La situación sigue evolucionando, y el gobierno se muestra firme en su compromiso de devolver la paz a la población ecuatoriana.
Fuente: Tribuna