Roma, Italia.- En días recientes culminó uno de los casos más impactantes de violencia infantil en Roma, Italia, sitio en el que una mujer fue sentenciada a pasar 10 años de prisión, luego de que sus hijos, dos menores de edad fuesen encontrados vagando por las calles de Roma con el cuerpo lleno de heridas, entre las que comprenden diversas quemaduras de distintos tipos y hasta mordidas de ratas.
Los hechos ocurrieron en la comunidad de Aprilia, en la ya mencionada capital italiana, sitio en el que dos infantes, fueron encontrados caminando durante el mes de mayor del año 2023. Al observarlos, las autoridades se percataron de que los niños, de 4 y 6 años cada uno, tenían un alto grado de desnutrición, quemaduras provocadas por cigarros y agua hirviendo, así como mordeduras de los mencionados roedores.
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Al percatarse de ello, la policía optó por llevar a los infantes a revisión al hospital Bambino Gesú, especializado en el área de psiquiatría, donde diagnóstico fue mucho más grave de lo esperado, peusto según algunos reportes, lo infantes tenían síntomas de desnutrición, piel seca, ausencia de piel subcutánea, lesiones, retención de líquido en los pies y tobillos, así como también diversas huellas de tortura.
Según el testimonio de uno de los infantes, su madre, una mujer de 26 años, solía arrojarles agua hirviendo y, en ocasiones los golpeaba a puño cerrado o les propinaba patadas. Luego de que todo lo mencionado salió a la luz, la mujer (cuyo nombre parece estar bajo el anonimato) fue aprehendida intentando huir en la frontera de Francia. La fémina atinó a decir a las autoridades que ella también era una víctima de violencia doméstica, puesto su pareja sentimental sería quien la tendría aislada y la amenazaba constantemente con arrancarle la vida a sus hijos si lo denunciaba.
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La mujer también indicó que su pareja solía limitarles la comida, al grado en el que solo le daba una hogaza del pan, la cual le daba a sus hijos para que se mantuvieran vivos; sin embargo, esta versión fue contradicha por una de las víctimas, quien declaró que todo lo dicho por su progenitora era una mentira. Derivado de todo lo anterior, un juez atinó a sentenciar a la victimaria a 10 años de prisión. Su pareja continúa fugitiva, mientras que los infantes están en una casa hogar.
Fuentes: Tribuna