Madrid, España.- Si bien, nadie demerita el trabajo de los creadores de contenido, la realidad es que cada vez son más los negocios que exhiben a influencers que buscan obtener un beneficio gratuito de algún producto o servicio, cosa a la que si bien, hay empresas que aceptan e incluso ellos mismos se encargan de buscar a famosos de Internet que promocionen algún lugar u objeto, la realidad es que no todos están dispuestos a ello.
Este tipo de casos se han vuelto más virales con el tiempo y el modus operandi casi siempre es el mismo: Un influencer contacta algún restaurante u hotel para hacer una reseña, pero le comentan al propietario que no desean que se les cobre, puesto desde su perspectiva, ellos ya están brindando el servicio de proporcionar la publicidad. Esta situación disgusta al dueño en cuestión y termina por exhibir al creador de contenido en sus propias redes sociales.
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El ejemplo más reciente de un caso similar, ocurrió en Madrid, España, sitio en el que el propietario del restaurante Barrio Húmedo, compartió en su cuenta de X (red social antes conocida como Twitter) unas capturas de pantalla sobre los mensajes que sostuvo con una influencer, quien le envió una especie de promoción en la que le ofrecía promocionar su establecimiento de manera “orgánica” a cambio de comida gratuita y que el propio dueño pagara por los servicios de la creadora de contenido.
Créditos: Internet
El propietario, identificado como Luis de Paz Dávilia, contó que esta especie de promoción le llegó a la cuenta de Instagram de su negocio, donde la influencer le ofrecía un “feed” de 50 euros, lo que equivale a mil 74 pesos mexicanos. La colaboración contaba con la publicación de fotografías y videos relacionados con el establecimiento, así como de los propios alimentos, dicho material también se compartiría en la cuenta de TikTok de la influencer.
Cabe aclarar que la influencer indicó que asistiría acompañada a realizar las grabaciones y solo acudiría en fin de semana. Como era de esperarse, esta situación no parece haber sido del agrado del dueño del establecimiento, quien ni corto ni perezoso fue a exhibir el mensaje de la influencer, claro, censurando el nombre y cualquier fotografía que hiciera alusión a ella, aunque sí hubo personas que le pidieron que revelase la identidad de la fémina, el hombre se negó a hacerlo, puesto no quería “hacer las cosas más grandes.”
Fuentes: Tribuna