Washington, Estados Unidos.- En su informe “Bienvenidos a Trump 2.0”, Grupo Financiero Mifel recordó algunas de las promesas de campaña de Donald Trump. Al respecto, advirtió que el retorno del republicano a la Casa Blanca podría traducirse en la implementación de aranceles generales del 20 por ciento y, en productos chinos, incrementos específicos de entre el 60 por ciento y el 100 por ciento. También los productos mexicanos se verían afectados, sobre todo en el sector automotriz.
El impuesto a producciones mexicanas está sujeto a avances en temas de migración y control de drogas. La entidad financiera destacó que estas amenazas son viables, pues Trump no solo cuenta con mayoría legislativa, sino que, con su experiencia previa en la gestión gubernamental, podría activar órdenes ejecutivas desde el primer día de su mandato. Además, cuenta con el respaldo de figuras afines como Robert Lighthizer, quien podría unirse al gabinete del político conservador como negociador comercial.
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Sobre cuáles son las repercusiones de este tipo de medidas, Mifel subrayó que podría elevarse la inflación. "El precio de las exportaciones mexicanas se ‘abarataría’ para compensar por medio de una depreciación del tipo de cambio", dijo. Esta no sería el único enfoque que genera preocupación. Además de sus iniciativas en comercio exterior, sobresalen la renovación de los recortes fiscales implementados en su primer mandato y una posible ampliación de las reducciones en impuestos corporativos, acompañada de una ambiciosa agenda de desregulación.
Asimismo, señaló que se prevé una política migratoria estricta, que incluye mayores esfuerzos de deportación. Para esta estrategia, Donald Trump ya nombró a su hombre de confianza. Thomas Homan asumirá la dirección de las políticas migratorias y la seguridad en la frontera bajo el próximo gobierno. Él se caracteriza por su postura de "tolerancia cero" hacia la migración irregular y la influencia que tuvo en el impulso de trazos migratorios que se llevaron a cabo durante el primer mandato de Trump, tal como la separación de familias migrantes.
Dicha táctica buscaba disuadir a las familias de intentar ingresar al país sin documentación. Como nuevo proyecto, Homan planteó la expulsión de criminales como prioridad, para después enfocarse en migrantes indocumentados con órdenes de deportación pendientes. Explicó que, en esta ocasión, abogará por mantener la unidad familiar y las redadas se llevarán a cabo en centros de trabajo.
Fuente: Tribuna Sonora