Washington, Estados Unidos.- El martes 5 de noviembre de 2024, el mundo estará atento al desarrollo de la elección presidencial que se realizará en Estados Unidos, la cual es una de las más importantes en los últimos años debido a la importancia económica, cultural y geopolítica que tiene este país. Los votantes tendrán la oportunidad de elegir cuál es el rumbo que desean tomar en los siguientes cuatro años, ya que la visión de ambos candidatos dirigirá a esta importante nación a un camino totalmente opuesto.
Por el lado republicano tenemos la postura conservadora y nacionalista de Donald Trump, quien ya ha ocupado el cargo durante el periodo 2017-2021, mientras que en la contraparte se encuentra la política progresista y centrista de la candidata demócrata y actual vicepresidenta, Kamala Harris. El proceso para entender cómo un candidato llega a la Casa Blanca es único y un poco complicado de asimilar, por lo que a continuación te compartiremos algunos términos y datos que te ayudarán a entenderlo mejor.
Te podría interesar
Elecciones primarias: Los comicios del 5 de noviembre es la culminación de un largo procedimiento y es que, antes de llegar a esta fase, en Estados Unidos se llevan a cabo las elecciones primarias en el mismo año de la votación general. Este proceso se realiza en cada estado por separado, y en este caso, el Partido Republicano inició el 15 de enero en Iowa, mientras que el Partido Demócrata hizo lo suyo el 3 de febrero en Carolina del Sur.
Durante las elecciones primarias, los electores pueden votar por el candidato de su preferencia. Una vez que se dan a conocer los resultados, a cada postulante se le asigna, conforme a la función de los votos obtenidos en cada entidad, un número determinado de delegados, los cuales juegan un papel importante en la convención nacional de cada partido.
Convención Nacional: Como se mencionó anteriormente, los partidos organizan estos eventos. Ahí, el postulante que cuenta con la mayor cantidad de delegados a su favor, se convertirá en el elegido para competir en la elección presidencial general. Cabe mencionar que, normalmente, las convenciones nacionales se han convertido en mero trámite, pues a menos de que algo fuera de lo común pase, el ganador de las primarias es el que resulta electo.
Voto general y voto popular: El primer martes de noviembre, los estadounidenses participan en la elección general y a este voto se le denomina como el voto popular, pero no decide al ganador de los comicios y es que usualmente funciona como un parámetro con respecto a la preferencia de la población. Al final, el sistema del Colegio Electoral es el que tiene la última palabra.
Colegio Electoral: Es un proceso conformado por 538 electores, por lo que si un candidato obtiene al menos 270 votos electorales, se convierte en el nuevo presidente del país. El número de electores es proporcional a la cantidad de pobladores que tiene cada estado. La mayoría de las entidades otorgan la totalidad de sus votos al candidato que gana en el estado, bajo una regla conocida como "el ganador se lo lleva todo".
Puede suceder que el ganador del voto popular no sea el mismo ganador de la elección presidencial, tal y como le pasó a Hillary Clinton, la candidata demócrata que se enfrentó a Donald Trump en 2016. Ella consiguió 65.8 millones de votos y Trump 62.9 millones, pero este último obtuvo más electores (304) en el Colegio Electoral.
Para este año, de acuerdo con información proporcionada por The New York Times, los estados que mayor importancia tienen son: Pensilvania, Georgia, Carolina del Norte, Michigan, Arizona, Wisconsin y Nevada.
Fuente: Tribuna