Ciudad de México.- El Año Nuevo es una de las festividades más famosas y universales del mundo, marcando el cierre de un ciclo y el inicio de otro lleno de esperanzas y propósitos. Su celebración varía en cada rincón del planeta, pero todas comparten un espíritu común de renovación y unión. El origen del Año Nuevo se remonta a miles de años atrás, siendo una de las festividades más antiguas de la humanidad.
Su inicio está vinculado a los ciclos agrícolas y astronómicos que marcaron la vida de las civilizaciones antiguas. Los babilonios, alrededor del año 2000 antes de Cristo, fueron los primeros en celebrar el Año Nuevo en un festival conocido como Akitu, que se realizaba en el equinoccio de primavera. Este periodo marcaba el comienzo de la temporada de siembra y el renacimiento de la naturaleza.
En el calendario romano, el Año Nuevo originalmente comenzaba en marzo, pero en el año 46 antes de Cristo, Julio César instauró el calendario juliano, trasladando el inicio del año al 1 de enero. Este cambio honraba a Jano, el dios de los comienzos y las transiciones, cuya representación de dos caras simboliza mirar hacia el pasado y el futuro.
Actualmente, el Año Nuevo se festeja de manera diversa en todo el mundo, reflejando la riqueza cultural y tradiciones únicas de cada región. En muchos países occidentales, se acostumbra recibir el año con fuegos artificiales, cenas familiares y el conteo regresivo a la medianoche. Las 12 campanadas de medianoche en España y Latinoamérica son acompañadas por el ritual de comer 12 uvas para atraer la buena suerte.
En China, el Año Nuevo Lunar, conocido como Festival de Primavera, se celebra según el calendario lunisolar. Durante esta festividad, que puede variar entre enero y febrero, las familias se reúnen, decoran sus hogares con color rojo y realizan desfiles con danzas de dragones para ahuyentar la mala suerte. Por su parte, en la India, el Año Nuevo tiene diferentes fechas y nombres dependiendo de la región.
Por ejemplo, en el sur, se celebra el festival de Ugadi, mientras que en Punjab, se festeja el Baisakhi, una festividad relacionada con la cosecha. En Japón, el Shogatsu es un evento sagrado que marca el inicio del año. Las familias limpian sus casas para purificarlas y colocan decoraciones tradicionales como el kadomatsu. Además, se escuchan 108 campanadas en los templos budistas, simbolizando la eliminación de los deseos mundanos.
Fuente: Tribuna