Rusia.- La primera ministra de Estonia, Kaja Kallas, se ha convertido en el blanco de la ira del presidente ruso, Vladimir Putin, tras desatar críticas contundentes contra el Kremlin y mantener un firme respaldo a Ucrania en su lucha contra la invasión rusa. Desde el martes, las autoridades rusas han iniciado un proceso penal en su contra, junto con otros funcionarios públicos de Letonia y Lituania, acusándolos de destruir o vandalizar monumentos soviéticos en memoria de soldados caídos.
La postura de Kallas contra el régimen ruso se ha mantenido firme. Desde que Rusia invadió Ucrania en febrero de 2022, anunció la eliminación de todos los monumentos soviéticos de los espacios públicos de Estonia. Esta medida, aunque motivada por el deseo de condenar la opresión soviética, ha enfurecido a Putin y lo ha llevado a incluirla en la lista de criminales más buscados por Rusia.
Kallas, de 46 años, proviene de una familia estoniana prominente. Su abuelo, Eduard Alver, fue uno de los fundadores de la República de Estonia en 1918. Sin embargo, la historia de su familia también está marcada por la represión soviética. Su abuela y su madre fueron deportadas a Siberia, donde vivieron durante 10 años. Esta experiencia ha influido profundamente en la perspectiva de Kallas y su determinación para defender la libertad y la independencia de Estonia.
La líder estonia ha sido una figura destacada en la política de su país desde que se unió al Partido Reformista en 2011. Tras servir como eurodiputada, en 2018 se convirtió en la primera ministra de Estonia, marcando un hito en la historia política de la nación.
Su reciente enfrentamiento con el Kremlin es solo el último capítulo de su compromiso con la democracia y los derechos humanos. A pesar de las amenazas y la presión, Kallas se ha mantenido firme en su postura, rechazando ser intimidada por las tácticas de miedo de Rusia.
Mientras tanto, las tensiones entre Rusia y Estonia continúan aumentando, exacerbadas por la expansión de la OTAN en la región. La inclusión de Kallas en la lista de criminales más buscados por Rusia es un claro indicio de la determinación del Kremlin de castigar a aquellos que desafían su autoridad y su narrativa histórica.
Para Kaja Kallas, la lucha por la libertad y la justicia continúa, a pesar de las amenazas y los desafíos que enfrenta. Su valentía y su compromiso con los valores democráticos la convierten en un símbolo de resistencia no solo para Estonia, sino para todos aquellos que luchan por la libertad en todo el mundo.
Fuente: Tribuna