Valencia, España.- Durante la tarde del pasado jueves, 22 de febrero, las autoridades de Valencia, España comenzaron a recibir los primeros informes de un incendio en un complejo habitacional de 14 pisos, ubicado en la comunidad de el Campanar. Lo que nadie imaginaba, es que el fuego se extendería de tal manera que, apenas 30 minutos después, ya se había propagado en todo el inmueble, dejando escenas dignas de una película de horror.
Los hechos ocurrieron aproximadamente a las 17:30 horas, en el edificio que se encuentra entre las calles General Avliés, Maestro Rodirgo y Poeta Rafel Alberti, sitio hasta el que llegaron elementos del equipo de bomberos. Según datos de medios locales, si bien, ya lograron apagar el incendio, aún ahora (viernes, 23 de febrero) no han podido ingresar al edificio, esto debido a que el edificio registraba altas temperaturas.
Ante este panorama, los servicios de emergencia optaron por recurrir al uso de drones para con el fin de localizar a las primeras víctimas; fue así que se percataron de la presencia de 10 cuerpos, aunque hasta el momento los occisos aún no han sido identificados, por lo que no se pueden brindar detalles sobre sus edades o géneros. Algo que llamó poderosamente la atención de los expertos es la forma tan veloz en la que se propagó el fuego.
Y es que, según información de RTVE a las 17:37, las llamas comenzaron a salir de uno de los departamentos que se encontraba en la planta número 7, mientras que apenas 3 minutos después el fuego ya había invadido el apartamento del piso número 8; para las 17:51 horas (es decir, 11 minutos después) las llamas ya habían invadido las plantas superiores y la columna de humo ya lucía más espesa.
“En 10 minutos, desde una sola planta, (el fuego) se había propagado ya a dos o tres (plantas) superiores y dos o tres inferiores”, declaró Diego Ramos del a comunidad de Madrid.
Según algunos informes, este incendio fue completamente anormal y existieron diversos factores que ayudaron para que la conflagración fuera tan destructiva, el primero de ellos fue el viento, el cual ayudó a que el fuego se intensificara; mientras que el segundo fue el tipo de material con el que el edificio estaba recubierto y se trata de poliuretano, mismo que es conocido por ser muy inflamable.
Fuentes: Tribuna