Filipinas.- Las autoridades han actualizado el número de fallecidos este martes, elevándolo a 27, mientras que 89 personas continúan desaparecidas después de la tragedia, que también dejó 32 heridos. Anteriormente, se informó de 15 muertes, 31 heridos y más de 100 desaparecidos. Una niña de tres años, rescatada según la Cruz Roja de Filipinas, fue encontrada por los equipos de rescate que están buscando sobrevivientes entre los escombros con palas y sus manos.
Edward Macapili, el responsable de la agencia local de gestión de desastres, expresó que es un milagro y que esto brinda esperanza a los equipos de rescate. En la misma red social, la Cruz Roja compartió imágenes en las que se ve a los trabajadores de la organización llevando a la niña, cubierta con una manta de emergencia y recibiendo oxígeno de una bombona. Posteriormente, la niña fue trasladada a un hospital cercano en la ciudad de Mawab.
Las intensas lluvias provocaron un deslizamiento de lodo que devastó múltiples viviendas y sepultó tres autobuses y una camioneta empleados para el traslado de los trabajadores de una mina de oro. Según informó la empresa que opera la mina, Apex Mining, los vehículos fueron hallados en lo que describieron como "la zona cero".
De acuerdo con los informes preliminares, se estima que en los vehículos accidentados viajaban al menos 20 trabajadores de la mina. Teresa Pacis, portavoz de la empresa, mencionó que no se hallaron cuerpos dentro de los vehículos, aunque sí se encontraron varios cadáveres en las cercanías. Los deslizamientos de tierra son comunes en este archipiélago del sudeste asiático debido a su topografía montañosa, las fuertes lluvias y la deforestación causada por la minería, la agricultura y la tala ilegal.
Las fuertes lluvias caídas desde hace semanas en zonas de Mindanao, la segunda isla más grande de Filipinas, han provocado decenas de deslizamientos de tierra e inundaciones que han obligado a decenas de miles de personas a buscar refugio en refugios de emergencia. Cientos de familias de Masara y cuatro pueblos vecinos tuvieron que evacuar sus hogares y refugiarse en centros de emergencia por temor a nuevos deslizamientos de tierra.
Fuente: Tribuna Sonora