Camboya.- Una de las tradiciones más románticas entre las parejas recién casadas es el acto en el que el hombre carga a su mujer en brazos al pasar por el umbral de su nuevo hogar o destino de luna de miel. Sin embargo, en Camboya, esta práctica recientemente tomó un giro inusual con un propósito más allá del romance.
En un evento sin precedentes, cientos de parejas, de todas las edades, se reunieron en una plaza en Camboya con un objetivo claro: romper el récord mundial de Guinness de la mayor cantidad de hombres cargando a mujeres en brazos durante un minuto.
A pesar de que no todas las parejas eran esposos y esposas, muchos participantes decidieron involucrar a sus madres, hermanas e incluso abuelas en este singular desafío. La diversidad de participantes reflejaba el espíritu comunitario y la alegría compartida de hacer historia de una manera única.
Un total de 245 hombres se lanzaron valientemente a la tarea de cargar a sus acompañantes durante el tiempo requerido, cada uno dispuesto a contribuir al éxito del evento y a dejar una marca indeleble en la historia de su país.
Entre los participantes, se podía sentir la emoción y el orgullo. Sam Khan, de 25 años, compartió su alegría antes de levantar a su esposa, expresando que era su primera vez participando en un evento de este tipo y estaba encantado de formar parte de un récord para Camboya. Del mismo modo, Heng Pov, de 50 años, mostró su entusiasmo mientras su hijo la cargaba, compartiendo la emoción del momento.
Una vez que se logró establecer el récord, la celebración no terminó allí. Muchos participantes continuaron cargando a sus acompañantes como parte de una competición adicional para tener la oportunidad de ganar un coche, demostrando que la camaradería y el espíritu competitivo estaban presentes en igual medida.
Este evento no solo rompió un récord, sino que también celebró la unión y la diversidad de la comunidad camboyana. En algunas culturas, este gesto se conoce como "porte nupcial", ya que simboliza el inicio de una nueva vida juntos para los recién casados. En este caso, no solo fue una demostración de amor y compromiso, sino también un acto de solidaridad y determinación para alcanzar un objetivo común.
Fuente: TRIBUNA