Rusia.- La modelo rusa Ekaterina Mizulina, conocida en las redes sociales como la Barbie de la alta sociedad, se encuentra en el centro de la polémica después de que varios medios ucranianos y británicos la señalaran como la nueva pareja del presidente de Rusia, Vladimir Putin. Según estos medios, Putin habría mantenido una relación con la medallista olímpica Alina Kabaeva, la cual habría llegado a su fin, abriendo paso a esta nueva supuesta relación.
La prensa internacional ha destacado que Mizulina es una experta en ciberseguridad y ha expresado abiertamente su apoyo a las políticas del Kremlin, especialmente en lo que respecta a la legislación anti-LGBT en Rusia. Aunque se dispone de poca información sobre su vida personal, Ekaterina Mizulina es activa en Instagram, donde comparte regularmente fotografías y mensajes para sus seguidores.
Ekaterina, de 39 años, es hija de la senadora ultraconservadora Yelena Mizulina, y según informes, estudió Historia del Arte y Lengua Indonesia en la Universidad de Londres antes de trabajar para el gobierno ruso. Actualmente, ocupa el cargo de directora de la Liga de Internet Segura de la Asociación Rusa de Participantes del Mercado de la Industria de Internet, un organismo que regula el contenido en línea, en línea con las políticas del Kremlin.
La Liga de Internet Segura, bajo la dirección de Mizulina, ha defendido la censura en Internet y ha respaldado las acciones de Rusia en Ucrania, lo que ha generado controversia tanto dentro como fuera del país. Su apoyo inquebrantable a las iniciativas del líder del Kremlin la ha convertido en una figura controvertida en el escenario político y social ruso.
El apodo de Barbie de la alta sociedad proviene de su apariencia física y de su estatus como hija de una influyente senadora. Según Olga Romanova, directora ejecutiva de la Fundación Rus Sentada, Ekaterina Mizulina es "absolutamente de su gusto, Barbie, siempre le quedó bien. Incluso se parece mucho a la madre de su hija, Svetlana Krivonogikh".
En cuanto a Alina Kabaeva, la gimnasta que supuestamente tuvo una relación con Putin, su paradero actual es desconocido. La última vez que fue vista fue a principios de octubre del año pasado, cuando salía de la Academia de Gimnasia Rítmica en Sochi, que ella misma dirige.
El supuesto vínculo entre Ekaterina Mizulina y Vladimir Putin ha generado una gran atención mediática, especialmente por las implicaciones políticas y sociales que podría tener esta relación en el panorama nacional e internacional.
Fuente: Tribuna