Indonesia.- El Monte Merapi, emblemático volcán de Indonesia, ha entrado en actividad eruptiva este miércoles 3 de abril, desatando una gigantesca columna de ceniza que se elevó a más de mil 500 metros sobre su cráter. Este fenómeno se produce apenas un día después de los terremotos registrados en Taiwán y Ecuador, generando preocupación en la región, especialmente por la conexión entre estos eventos naturales.
Las imágenes de la erupción del Monte Merapi se viralizaron rápidamente en las redes sociales, mostrando la impresionante columna de ceniza que se alzaba sobre el cielo indonesio. Ante esta situación, las autoridades locales han elevado el nivel de alerta volcánica a tres, en una escala de cuatro, y han puesto en marcha medidas de emergencia para proteger a la población cercana al cráter.
Según Ahmad Rifandi, jefe de la estación de vigilancia de Merapi, la actividad del volcán ya está afectando a la ciudad de Bukittinggi, en la isla de Sumatra, donde la caída de ceniza ha cubierto gran parte del territorio, afectando a más de 100 mil habitantes. Afortunadamente, hasta el momento no se han reportado víctimas, pero se mantiene la alerta ante la posibilidad de explosiones más intensas.
El Monte Merapi, cuyo nombre significa "montaña de fuego", es el volcán más activo de Indonesia, país que cuenta con una gran cantidad de volcanes activos debido a su ubicación en el Cinturón de Fuego del Océano Pacífico. Este cinturón, caracterizado por una intensa actividad volcánica y sísmica, es el resultado de la interacción de placas tectónicas, lo que convierte a la región en una zona de alto riesgo geológico.
Expertos en la materia han sugerido que los recientes terremotos en Taiwán y Ecuador podrían estar relacionados con la actividad del Monte Merapi, dado que todas estas regiones se encuentran en el Cinturón de Fuego. Sin embargo, aún no se ha confirmado oficialmente esta conexión y se espera que se realicen más investigaciones al respecto.
La erupción del Monte Merapi es un recordatorio de la constante actividad geológica en la región y la necesidad de estar preparados para eventuales desastres naturales. Las autoridades indonesias continúan monitoreando de cerca la situación y trabajando para garantizar la seguridad de la población ante esta nueva fase de actividad volcánica.
Fuente: Tribuna