Buenos Aires, Argentina.- La madrugada del pasado lunes 6 de mayo se reportó que un hombre había lanzado una bomba molotov a la habitación del hotel familiar ubicado en la calle Olavarría al 1600 en la vivían cuatro mujeres. Trascendió que todas ellas pertenecían a la comunidad LGBTQ+, por lo que se habla de un acto de odio. Medios locales apuntan a Justo Fernando Barrientos como el responsable del crimen que de inicio dejó una cifra dolorosa de dos muertes, y una tercera herida con el 75 por ciento del cuerpo quemado.
Lamentablemente, este domingo se dio a conocer que la fémina que estaba internada en el Hospital Penna perdió la vida como consecuencia de las graves quemaduras. Se sabe que respondía al nombre de Andrea Amarante y tenía 42 años; en tanto que las otras dos víctimas fueron identificadas como Pamela Cobas, de 52 años, y Roxana Figueroa, de la misma edad. La cuarta mujer, quien sobrevivió, lleva el nombre de Sofía Castro Riglos, de 49 años. En su caso, padece de lesiones, aunque de nivel menor. No obstante, continúa recibiendo atención médica en el Hospital del Quemado.
Acerca del sospechoso
Elementos policiales arrestaron a Barrientos, quien vivía en el mismo edificio desde hace varios años, según testimonios de algunos vecinos. Todos ellos concordaron en que el sujeto le tenía especial odio a Cobas y Figueroa, quienes eran pareja. A menudo las insultaba, llamándolas 'engendros', 'tortas', o 'gordas sucias'. Asimismo, los colonos descartaron que las mujeres le hubieran hecho algo antes al ahora detenido. Se espera el dictamen del juez Edmundo Rabbione, encargado de decidir si el masculino es inimputable.
Organizaciones de la diversidad sexual emprendieron protestas, mientras que cientos de personas se dieron cita el pasado miércoles por la noche frente al hotel; entre veladoras y carteles, honraron las memorias de las mujeres y pidieron justicia. Se culpa, especialmente al Gobierno de Javier Milei, cuyas acciones y discurso ha fomentado la discriminación, ya que cerró el Ministerio de las Mujeres, el Instituto Nacional contra la Discriminación y ha prohibido el lenguaje inclusivo.
Fuente: Tribuna Sonora