Lima, Perú. - El Ministerio de Salud de Perú está en medio de una fuerte polémica tras la inclusión del "transexualismo" y otros trastornos de identidad de género como enfermedades mentales, así lo catalogó en la última actualización del Plan Esencial de Aseguramiento en Salud (PEAS). Esta medida, la cual fue establecida mediante el reciente Decreto Supremo Nº 009-2024-SA, añadió siete diagnósticos que tienen que ver con la identidad de género al listado de condiciones asegurables, basándose en la clasificación CIE-10 de la OMS, a pesar de que esta fue reemplazada en 2022, o sea hace dos años, por la versión actualizada CIE-11, la cual deja fuera estos conceptos.
Entre los diagnósticos añadidos se encuentran el Transvestismo de Rol Dual, Trastorno de la Identidad de Género en la Niñez, Otros Trastornos de la Identidad de Género, Trastorno de la Identidad de Género no Especificado, Travestismo Fetichista y Orientación Sexual Egodistónica.
Por su parte, el Colectivo Marcha del Orgullo y otras organizaciones LGBTIQ+ manifestaron su fuerte oposición a esta medida, pues subrayaron que el uso de una normativa desactualizada podría dar lugar a prácticas dañinas, como las terapias de conversión.
En respuesta a las críticas, por medio de un comunicado, el Ministerio de Salud de Perú reiteró que la diversidad de género y sexualidad no constituyen enfermedades ni trastornos, y que no deben ser tratadas como tales. Asimismo, la institución ratificó su compromiso con el respeto a las identidades de género y la no estigmatización de la diversidad sexual.
No obstante, organizaciones feministas y de derechos humanos condenaron la inclusión de estos diagnósticos, argumentando que esta medida solo fomenta la discriminación y la exposición a la violencia para la comunidad LGTBIQ+.
En medio de esta controversia, las autoridades insistieron en que la actualización del PEAS tiene como objetivo garantizar una cobertura completa en salud mental. Sin embargo, la falta de alineación con las normativas internacionales y la preocupación por el impacto negativo en la comunidad LGBTIQ+ continúan generando debate y llamados a revisar dicha decisión.
Fuente: Tribuna