Madrid, España.- Durante un evento en Madrid, que marcó el final de su gira por Europa, el presidente de Ecuador, Daniel Noboa, manifestó su disposición para reanudar relaciones con México. Sin embargo, enfatizó que esto solo sería posible si se respeta plenamente el principio de no intervención en asuntos judiciales de su país. Además, dejó claro que la liberación del exvicepresidente Jorge Glas está completamente descartada.
Reconoció que México también ha abierto la puerta a una posible 'reconciliación', no obstante, la cláusula que pusieron para que esto sea posible no es aceptado por Ecuador, ya que piden que se devuelva a lo que Noboa llama "un criminal sentenciado a una cárcel de máxima seguridad". "Dejaríamos un pésimo precedente si es que cedemos" aseveró Noboa. Además, se mantuvo firme al condenar el actuar de México al darle asilo a Glas.
Eso no podemos hacerlo", agregó.
Recordemos que México dio refugio a Glas en la embajada mexicana en Quito desde diciembre del año pasado para evitar una orden de captura por supuesta corrupción. Esta medida desató tensiones diplomáticas entre ambos países. La cancillería ecuatoriana tachó esta acción como "ilícita", y argumentó que esta 'protección' fomentaba la impunidad y obstaculizaba la justicia ecuatoriana.
Este conflicto ha sido tema de discusión a nivel internacional, pues ambas naciones han adoptado medidas legales. El mes pasado, la Cancillería de Ecuador interpuso una demanda contra México ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ). De la misma forma, México recurrió a la CIJ para exigir sanciones contra Ecuador, a quien acusan a la Policía de irrumpir en su embajada el 5 de abril. Sobre esto último, la Corte emitió un comunicado este viernes en el que informa que dará su veredicto el próximo 23 de mayo.
¿Quién es Jorge Glas?
Jorge Glas, quien ocupó el cargo de vicepresidente durante el mandato de Rafael Correa, enfrenta graves acusaciones de peculado por su presunta participación en la malversación de fondos destinados a la reconstrucción de la costa de la provincia de Manabí tras el terremoto de 2016.
Fuente: Tribuna