Ámsterdam, Holanda.- Es posible que una gran cantidad de personas conozca la historia de Ana Frank, una adolescente que vivió durante el oscuro periodo de la Segunda Guerra Mundial, quien junto a su familia se vio obligada a ocultarse por un tiempo considerable en un intento de escapar de las deportaciones orquestadas por el partido Nazi. En aquel periodo, la joven solía escribir sus memorias en un diario, donde describía la dinámica que tanto sus familiares como los Van Pels (otro grupo de personas con quienes compartían el hogar) tenían.
Al tratarse de una desgarradora anécdota de uno de los momentos más duros de la humanidad, es natural que, cuando alguien hace un comentario a la ligera sobre las vivencias de la joven, de 15 años, la gente reaccione a la defensiva, un ejemplo de ello es el que le ocurrió a una influencer chilena, conocida como Naya Fácil, quien en días recientes estuvo en el foco de la polémica por mencionar que “Ana Frank vivía mejor que nosotros”.
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Todo ocurrió cuando la joven viajó a Ámsterdam para visitar diversos lugares turísticos, en el medio de todo, la joven pasó por fuera de la casa de los Frank y los Van Pels; sin embargo, lejos de guardar respeto, como la gente en Internet exigió más adelante, la influencer mencionó que “Ana Frank vivía mejor que nosotros” debido a lo espaciosa que aparentaba ser la casa en la que la joven se ocultó en aquellos años.
La estrella de Internet mencionó que se sentía “impactada”, puesto Ana habría tenido mayor espacio para habitar, a diferencia de la gente en la actualidad, quienes deben compartir espacios sumamente reducidos, sobretodo cuando se habla de las grandes ciudades: “(Ana Frank) tenía la mitad del lugar para ella sola. Ella vivía mejor que nosotros. Mira, esa es su casa, esas son las otras cosas”, declaró la joven, de 26 años.
Como era de esperarse, la gente no tardó en reaccionar; sin embargo, el comentario que se llevó toda la atención fue el del Museo Judío de Chile, quienes emitieron un comentario en el que mostraron algunas fotografías de cómo era la casa de Ana Frank en el año 1944, corrigiendo de esta manera a la influencer, a quien le pidieron que se mostrara mucho más empática cuando se refiriera a temas tan delicados como el genocidio de la Segunda Guerra Mundial.
Fuentes: Tribuna