Chicago, Estados Unidos.- En días recientes trascendió la noticia sobre el arresto de un joven, de 19 años, identificado como Connor Kobold, quien se encargó de llamar a las autoridades para denunciar que él mismo había terminado con la vida de su madre, quien solía fungir como vicepresidenta asistente de avance de la Universidad Loyola, en Chicago, identificada como Shanelle Burns.
Durante la mañana de este lunes, 4 de julio, se registró la primera audiencia en contra de Kobold, en el Tribunal Superior del condado de Porter. La razón por la que el joven es juzgado en la actualidad es porque anteriormente fue detenido luego de que llamó por teléfono a la policía para informarles que él mismo había terminado con la vida de su madre. Según reportes, cuando la policía arribó a la casa del acusado, éste se entregó sin remilgos.
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En el interior se encontraba el cuerpo de la mujer, quien tenía huellas de asfixia en el cuello; más tarde la autopsia determinó que la víctima habría perdido la vida por “asfixia secundaria a estrangulamiento manual”. Según las indagatorias de las autoridades, antes del ataque, Shanelle Burns le entregó a su hijo una carta de desalojo para los próximos 30 días, en la que se incluían algunas condiciones para ser cancelada.
Entre las clausulas que la mujer interpuso para evitar que su hijo se marchara de la casa se incluyen que que consiguiera un trabajo de tiempo completo, que mantuviera su habitación limpia y que apoyara con la limpieza de las áreas comunes del hogar. Y es que, todo parece indicar que el acusado no solía cumplir con las actividades básicas, por lo que la fémina se vio orillada a incurrir a cuestiones legales para obligar a su hijo a hacerlas.
Durante el juicio, las autoridades cuestionaron a Connor sobre si era consciente de las consecuencias que tendría que afrontar por el asesinato de su madre, así como también le informaron que, en caso de ser encontrado como culpable, se le podría llegar a imponer una sentencia de hasta 65 años en prisión: “Creo que mi caso es tan único que la única persona que puede explicar lo que sucedió y por qué sucedió soy yo mismo”.
Fuentes: Tribuna