Washington, Estados Unidos.- Desde este sábado 2 de noviembre, entraron en vigor en Estados Unidos nuevos aranceles a los camiones medianos y pesados y a los autobuses importados. Los primeros estarán sujetos a un gravamen del 25 por ciento, mientras que los autobuses pagarán una sobretasa del 10 por ciento.
La medida se enmarca en la política comercial del gobierno del presidente Donald Trump, que desde su regreso al poder en enero de este año, ha establecido recargos a una gama de productos importados, con el objetivo de fortalecer la producción nacional y revisar las condiciones de comercio internacional.
Alcance de los aranceles
Los nuevos impuestos se aplican a los camiones comprendidos entre las clases 3 y 8, así como a sus componentes relacionados. Esto incluye vehículos de uso comercial e industrial de carga media y pesada. Aunque el anuncio oficial se concretó en octubre, el gobierno estadounidense había adelantado en varias ocasiones la posibilidad de gravar este tipo de unidades, consideradas estratégicas para la economía y el transporte del país.
De acuerdo con datos del Departamento de Comercio de Estados Unidos, entre enero y julio de 2025 el país importó 32 mil 410 millones de dólares en camiones, autobuses y vehículos especiales, de los cuales casi el 80 por ciento (25 mil 860 millones de dólares) provinieron de México.
Impacto regional
Los nuevos aranceles afectan principalmente a México, donde se produce buena parte de los camiones medianos destinados al mercado estadounidense. Las plantas mexicanas de Ford, General Motors (GM) y Stellantis fabrican una porción significativa de estos vehículos.
En cambio, el 99 por ciento de los camiones pesados de los grandes fabricantes (Daimler Truck North America, International, Paccar y Volvo) se ensamblan dentro de Estados Unidos, por lo que el impacto directo sobre este segmento sería limitado.
Los camiones procedentes de Canadá y México podrán quedar exentos de los nuevos impuestos si cumplen con los criterios de origen establecidos en el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). Para los vehículos que no cumplan con esos requisitos, solo las piezas no producidas en territorio estadounidense, estarán sujetas al arancel del 25 por ciento, aunque su aplicación quedará pendiente de la reglamentación que el Departamento de Comercio deberá definir en los próximos meses.
En el caso de los autobuses, el arancel del 10 por ciento se aplicará de manera general, incluso a los vehículos provenientes de los países socios del T-MEC.
Fuente: Tribuna del Yaqui
