Washington, Estados Unidos.- Donald Trump vuelve a salirse con la suya. Aunque se encontró con varios obstáculos en el Senado y en la Cámara de Representantes, finalmente esta última aprobó por mayoría de 218 votos a favor y 214 en contra su polémico plan fiscal que incluye destinar más dinero para continuar con las deportaciones y, además, el impuesto al 1 por ciento de las remesas que se envíen en efectivo. Este hecho marca una victoria legislativa contundente para el republicano de 79 años, ya que él mismo se había puesto una fecha límite para la aprobación: el 4 de julio. Se espera que mañana el presidente de Estados Unidos (EU) firme el plan para comenzar con su aprobación.
Trump ha llamado a este plan "gran y hermoso proyecto de ley" y será firmado mañana para conmemorar el Día de la Independencia. La primera aprobación sucedió el pasado 22 de mayo en la Cámara Baja y posteriormente tuvo luz verde en el Senado, gracias al voto de desempate del vicepresidente, JD Vance. Sin embargo, el proyecto parecía caerse, ya que varios manifestaron su postura contra el plan de Trump; el partido solamente podía permitirse tres bajas de su propio equipo; al final, únicamente dos decidieron no ir a favor de la propuesta. Durante la discusión, el líder de los demócratas, Hakeem Jeffries de Nueva York, dio un discurso en contra del proyecto que duró más de ocho horas, lo que retrasó totalmente la votación.
¿Qué contempla el plan fiscal?
El proyecto contempla el "mayor recorte de impuestos en la historia de Estados Unidos", según lo dicho por Trump; siendo un monto aproximado de 4.5 billones de dólares por ese concepto. Además, se contemplan importantes recortes al programa Medicaid, que usan 72 millones de estadounidenses para su cobertura de salud. Por otra parte, se apuesta por incrementar hasta en 157 mil millones de dólares el financiamiento militar. El proyecto también plantea una deducción de impuestos a los más ricos con un nuevo techo de endeudamiento de 5 billones y elimina las subvenciones del sector energético; esto incluye las industrias eólica y solar. Además, se planea introducir un impuesto adicional en función de la proporción de productos hechos en China.
Claramente, Trump también apostó por otorgar mayores recursos a sus leyes antimigración. El plan fiscal va por aumentar la cantidad de agentes de migración y construir nuevos centros de detención para migrantes, así como invertir en tecnologías de vigilancia. Se proponen 2 mil millones de dólares para el Departamento de Seguridad Nacional y 29 mil 900 millones de dólares para el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés).
Además, la propuesta que afecta directamente a México es la aplicación del impuesto del 1 por ciento a cualquier remesa que pase de los 15 dólares. El hecho ya tiene trabajando al gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo en un plan especial de reembolso del 1 por ciento, a todos los que envíen las remesas en efectivo.
Fuente: Tribuna
