Cajeme, Sonora.- Esperanza Mendivil ha usado su tarjeta de crédito para comprar el mandado durante las tres últimas semanas, comenta que lo hace para comer “más o menos bien”, aunque no cree que sea lo correcto. Hace apenas un mes gastaba mil 500 pesos en llevar lo necesario para el hogar, ahora gasta mínimo dos mil 500, y con limitaciones de comprar o no ciertos productos.
Al igual que Esperanza, el bolsillo de miles de familias en México se ha visto afectado por la inflación, la más alta en los últimos 22 años. “Si quiero comprar jamón o salchichas para desayunar o incluso el huevo sí tengo que usar la tarjeta necesariamente, y sé que a la larga es peor porque terminas pagando más”, confiesa en entrevista con TRIBUNA.
Mendivil cuenta que ha notado cómo de un mes para otro los productos que usualmente compra han incrementado, “por ejemplo la leche costaba 15 pesos pero ahora ya es 18 ó 20. No es que compre más mandado, es que el incremento de precios sí nos está golpeando. Si gastas 500 pesos, que es mucho, te alcanza para tres cosas”, reclama.
Entrevistada por esta casa editorial, Guadalupe Hinojosa, ama de casa, señala que han tenido que recurrir a las aplicaciones para obtener tarjetas de crédito “fáciles” y poder salir con los gastos de la semana.
El sueldo de mi esposo, el efectivo pues, lo estamos destinando a pagar abonos y los servicios, con la tarjeta que me ayudó a sacar mi hija compramos el mandado, poquito eso sí, porque luego hay que pagar”.
BBVA Research México señaló que ante la pérdida del poder adquisitivo en el país por la inflación más mexicanos están usando los plásticos para cubrir sus gastos básicos. Géronimo Ugarte Bedwell, economista principal de BBVA, explica que se está usando el crédito en tarjetas para solventar el gasto corriente.
Sin embargo, Ugarte Bedwell, advierte que aunque la situación impulsa la cartera de crédito al consumo debe usarse con cautela pues no sería sostenible, ya que los ingresos reales se rezagarían al no estar creciendo en la misma medida que los productos y servicios.
Y eso, es precisamente lo que notó María Gutierrez, quien gana dos mil pesos a la semana como secretaria, “mientras mi sueldo es el mismo puedo ver como el pan blanco por ejemplo costaba 48 la semana pasada y ahora vuelvo a ir al súper o a la tienda y cuesta 51, son tres pesos que no parecen nada pero si los suman a todo lo que tienes que llevar resulta que es mucho”, explica a TRIBUNA.
Datos del Banco de México (Banxico) señalan que entre marzo y abril hubo 47 mil 354 pagos con tarjetas de crédito en supermercados, esto representa un uso 25.1 por ciento mayor al primer bimestre del 2022. “Con la tarjeta de crédito que me genera menos intereses pago una parte del mandado y luego uso otra para el resto, bajita la mano las he utilizado (a las tarjetas) unas cinco veces en dos meses”, afirma Gutierrez.
- INFLACIÓN PERSISTE
Todo lo anterior parte a consecuencia de la inflación, que aunque mostró un ligero retroceso en la segunda quincena de mayo, al ubicarse en 7.65 por ciento, todavía continúa por encima del objetivo de Banxico; esto, mientras que el precio de los alimentos no da tregua.
Ello porque de los 24 alimentos y productos básicos que contiene el Paquete Contra la Inflación y la Carestía (Pacic), programa que lanzó el gobierno con el objetivo de contener sus precios, se ha reportado un incremento en 18 de ellos, según el Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA).
Ha sido especialmente el jitomate saladette, la naranja, la papa, el jabón de tocador y el papel higiénico, los productos que se han visto más afectados por el incremento. GCMA explica que la variación de los precios representa un aumento promedio de la canasta básica del 0.5 por ciento, ya que “el Pacic aún no está cumpliendo su objetivo”.
Fuente: Tribuna