Cajeme, Sonora.- Durante meses, Movimiento Ciudadano (MC) coqueteó con la posibilidad de unirse al Frente Amplio por México, pero, aunque la misma Xóchitl Gálvez, candidata presidencial de la oposición, insistió en ello, finalmente Dante Delgado, líder del partido naranja, rechazó el plan, asegurando que tendrían un candidato propio.
Entonces, fue cuando la figura de Marcelo Ebrard emergió como una posibilidad de abanderarlo, si es que finalmente el excanciller se iba del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) tras perder la interna por la candidatura frente a Claudia Sheinbaum, pero finalmente tampoco se dio.
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Así, llegado el momento, Delgado optó por permitir que Samuel García, gobernador de Nuevo León, se convirtiera en el candidato, pese a que eso significaba que el regiomontano rompiera su promesa de permanecer en la gubernatura los seis años, algo que en su momento criticó de Jaime Rodríguez, que también dejó botados a los nuevoleonenses por pretender la silla presidencial.
Ya con García en plena campaña, ni la oposición, ni los analistas y expertos son tersos con Movimiento Ciudadano, al que ven como un jugador con un rol muy puntual: dividir el voto de oposición y, así, restarle fuerza a Gálvez en su disputa con Sheinbaum. Es decir, García es considerado como un mero esquirol, un comparsa del oficialismo que tiene a Movimiento Ciudadano a su transporte, uno que se habría prestado a ser parte de un juego cuya baraja se reparte desde Palacio Nacional.
Movimiento Ciudadano opera como un esquirol servil, lacayo, para tratar de disminuir a los adversarios haciéndole el trabajo sucio a Morena”, aseguró Alejandro Moreno, presidente del Partido Revolucionario Institucional.
Por su parte, el analista Macario Schettino coincidió en el punto y dijo mantenerse “convencido de que la opción que promueve López Obrador rumbo a 2024 será derrotada en las urnas. Por eso ha promovido la candidatura de Samuel García en Movimiento Ciudadano, para contar con un esquirol, y con ello reducir el porcentaje de votos que requiere”.
Marko Cortés, presidente del Partido Acción Nacional (PAN), fue más allá en sus críticas a García, de quien aseguró es un “facturero”, es decir, que mediante empresas falsas realizaba facturaciones a entes públicos para ganar millones: “están aliados Samuel y el gobierno de López Obrador; acuérdense que Samuel es facturero y lo traen bien agarrado en la Fiscalía General”, dijo el panista.
Cortés dejó ver que el regiomontano aceptó ser el candidato de MC para ayudar a Morena, esto a cambio de impunidad. “Le está haciendo el trabajo sucio al oficialismo”, añadió. Cabe recordar que en 2021, poco antes de que Samuel ganara la elección a la gubernatura de Nuevo León, la Fiscalía General de la República (FGR) dio a conocer que los movimientos financieros del entonces candidato y de su familia estaban siendo investigados y este mismo año la dependencia admitió que la indagatoria sigue abierta.
La analista política Denisse Dresser comparte algunos de los argumentos de los anteriores, pues explica que la candidatura de García le permite al presidente López Obrador tener un alfil que desgastar en el choque contra Xóchitl Gálvez, mientras que su candidata Claudia Sheinbaum permanece inalterable. “La candidatura de Samuel García, esa sí le cayó al presidente López Obrador como anillo al dedo. Él es el candidato ‘esquirol’ del presidente para dividir el voto opositor, algo que necesita hacer para garantizar su victoria”, explicó.
No abona
Lo que supone la oposición es que García será usado para lanzarse en contra de Gálvez, desgastándola y, de paso, apuntalar la imagen del gobierno federal. Esto confirmaría las suposiciones que ponen a Dante Delgado como un líder de partido que tiene meses negociando con López Obrador, de ahí que MC haya acompañado varias de las reformas constitucionales provenientes del morenismo, al tiempo de disminuir la rispidez entre las partes.
Y a esta idea Samuel no abona, ya que insiste en ir contra Xóchitl, ignorando a Morena, que es quien tiene el poder y existen sectores enormes de la sociedad mexicana que no ven bien al gobierno de López Obrador. Cuestionado al respecto, García se defendió rechazando la etiqueta de esquirol: “ni saben que significa esquirol, pero como traen esa palabra: esquirol, esquirol, esquirol; hoy les digo desde Matamoros, ya no es el Frente, ese está frito, el rival es Morena y les vamos a ganar”.
García ha basado su campaña en comentarios disruptivos y, sobre todo, en la imagen de su esposa Mariana Rodríguez, una importante influencer con un nicho de seguidores muy relevante; Rodríguez ha permitido a García ganar adeptos en áreas impensadas y levantar interés en sectores que regularmente son ajenos a la política.
Fuente: Tribuna