Ciudad de México.- Lorenzo Córdova terminó su gestión al frente del Instituto Nacional Electoral (INE) y se reincorporó a su papel como académico e investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Sin embargo, esto no dejó contento al resto de docentes y a los estudiantes de la máxima casa de estudios, pues, de inmediato se desataron protestas y movilizaciones en contra del exfuncionario.
El origen de las movilizaciones radica en que, de acuerdo con los inconformes, el regreso de Córdova a la UNAM fue ilegal. Incluso, también fue criticado el sueldo que ganará. En ese marco, el anuncio de su reincorporación a la máxima casa de estudios del país desató una serie de protestas de maestros y estudiantes, sobre todo las que tienen que ver con el sueldo que percibirá y la del vencimiento de la licencia de su plaza en la UNAM.
Además, el viernes pasado se realizó una marcha en contra de la reincorporación de Lorenzo Córdova a la UNAM, la cual comenzó en la estación Universidad de la Línea 3 del Metro de la CDMX y concluyó en el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM. En las mantas y consignas se acusó que el exconsejero presidente del INE de utilizar su cargo para defender sus privilegios, así como violar el principio de imparcialidad y defender a unos cuantos.
Antes de incorporarse al INE, Lorenzo Córdova se desempeñaba como investigador de nivel B del Instituto de Investigaciones Jurídicas y como profesor de la Facultad de Derecho. Así como docente de nivel 3 en el Sistema Nacional de Investigadores (SIN) del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt). En cuanto a las protestas, los manifestantes contra la reincorporación de Córdova Vianello al Instituto de Investigaciones Jurídicas argumentaron que percibirá un sueldo mensual cercano a los 250 mil pesos, lo que contrasta con lo que percibe el resto del personal de la casa de estudios.
Asimismo, se argumentó que la reincorporación de Córdova no es legal, pues en el artículo 97 del Estatuto del Personal Académico de la UNAM prohíbe que se pueda reintegrarse a sus actividades tras tomar una licencia mayor a seis años. Esto contrasta con los más de 10 años que pasó el exfuncionario fuera de la máxima casa de estudios. Incluso, lo acusan de querer postularse para ser electo como rector de la máxima casa de estudios del país una vez que Enrique Graue concluya su gestión en noviembre próximo.
Fuente: Tribuna