Cajeme, Sonora.- En noviembre del año pasado, ante las críticas por el alza en sus tarifas, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) sugirió a la población no usar sus lavadoras y hacer el trabajo a mano. Casi burlándose de la petición de millones de usuarios que reclamaban un costo exorbitante de la electricidad, la empresa del Estado rechazó revisar sus precios y en su lugar, simplemente pidió no hacer uso de aparatos electrodomésticos.

Hoy, tras uno de los peores veranos en cuestión de temperaturas que se recuerden, la misma Comisión ha hecho mutis frente a las múltiples quejas por cobros elevados en los recibos de usuarios domésticos y comerciales. En varios estados, incluyendo Sonora, se han reportado incrementos de doscientos, trescientos y hasta cuatrocientos por ciento en comparación con el recibo del mismo periodo en 2022, en lo que ha sido una sorpresa desagradable para millones de familias, cuya economía ha quedado comprometida.

Particularmente en este estado, se han dado casos de huelga de hambre por parte de una usuaria y marchas como la que el próximo nueve de septiembre organizará la Unión de Usuarios, pues todo indica que los próximos recibos también vendrán muy cargados. Manuel Bartlett, director de la paraestatal, ha rechazado que existan incrementos fuera de lo normal, pese a las pruebas presentadas a través de los recibos a lo largo y ancho del país.

La CFE nació para dar a todos los mexicanos la energía al mejor precio posible. Y eso es lo que estamos haciendo”, dijo en días pasados.

Por su parte, los legisladores del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) rechazaron la propuesta de la oposición de disminuir los costos al público de la electricidad, al menos en los hogares. “¿Por qué hay un trato tan injusto entre el norte y el sur?, sobre todo ambos padecen de temperaturas muy altas y sin duda les afecta enormemente”, dijo la diputada Carolina Viggiano, esto con respecto al trato preferencial que se le da a Tabasco, tierra del presidente.

Falla subsidio

Para lograr tarifas bajas o al menos manejables, el gobierno federal echa mano de un subsidio para cada usuario, lo que permite a la CFE cubrir los gastos de producción y distribución de la energía. Este año el monto alcanzó los 46 mil millones de pesos, el mayor de los últimos seis años. Pese a ello, las tarifas han ido al alza, por lo que la estrategia de subsidios fracasó rotundamente.

Básicamente lo que vemos es un costo enorme en la producción que no hay manera de compensar con subsidio federal; la ineficiencia de la CFE para crear su energía le pega al bolsillo de los usuarios, que deben pagar los platos rotos. Si a eso le sumas las temperaturas que tuvimos este año, podemos dar cuenta que no hubo una estrategia sostenida”, explicó el experto Gonzalo Monroy.

El gobernador Alfonso Durazo fue uno de los mandatarios que reconoció que el monto aportado por la Federación ciertamente no alcanzó, debido a, dijo, temperaturas muy elevadas durante todo el verano, por lo que se trabaja ya con miras al próximo año: “Soy partidario de gestionar la ampliación de la etapa de tarifa preferencial porque en Sonora se han venido aumentando las temperaturas y eso significa que tenemos con mayor anticipación calor y también con mayor retraso la llegada del otoño real. Me aplicaré a gestionar una ampliación de la tarifa preferencial.

Números Rojos

 Pese a los feroces recibos y los enormes subsidios, la CFE suma tres años con pérdidas. En 2022 éstas alcanzaron los 39 mil 800 millones de pesos, mientras que su patrimonio neto perdió 72 mil 200 millones. De hecho, de acuerdo con un estudio del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), las condiciones que presenta la paraestatal son de alarma, pese a que el presidente López Obrador prometió que le sanearía y la convertiría en eficiente y auto sustentable.

El saldo de la deuda total hasta diciembre del año pasado es de 450 mil 500 millones de pesos, equivalentes a más de 23 mil millones de dólares, una subida de casi 15% con respecto al 2021, lo que determina el drama que significa. En otro ejemplo, la deuda a corto plaza incrementó en 138%, situándose en los 90.7 mil millones de pesos.

Fuente: Tribuna