POLÍTICIA Y ECONOMÍA

¿Cuánto cuesta el fraude en línea al e-commerce?

A medida que el comercio electrónico crece año tras año, también crece el riesgo de fraude. Dado que cada día se realizan un mayor número de transacciones en línea en los mercados de todo el mundo, los delincuentes tienen más puntos de entrada que nunca para defraudar a las empresas

¿Cuánto cuesta el fraude en línea al e-commerce?.
Escrito en POLÍTICA Y ECONOMÍA el

Ciudad de México.- Con el confinamiento obligado por la pandemia del Covid19 el e-commerce registró un aumento de más del 80% en casi todo el mundo. La mala noticia es que a medida que aumentaron las transacciones también subió el fraude en línea.

Cada año aumenta una mayor proporción las quejas por fraudes electrónicos. Las empresas deben asumir todos los gastos de los clientes, por ejemplo, así como cumplir con los pedidos que se hacen, aceptar un pago con tarjeta de crédito y hacer una revisión de las en forma manual como un esfuerzo por reducir el fraude.

Los expertos aseguran que, si las ventas se triplicaron, por ejemplo, los intentos de fraude subieron cuatro veces más. Existen plataformas dedicadas a evitar o prevenir este tipo de problemas porque no se está hablando solo de la pérdida del dinero que recibe la empresa para pagar los gastos típicos del servicio.

También se presentan costos adicionales derivados del fraude como las tasas de contracargo, por solo citar un ejemplo.

El costo de un fraude a mayor profundidad

Un fraude se efectúa cuando una persona utiliza los datos de otra sin autorización para realizar una compra. Cuando esto sucede, la empresa tiene la obligación de devolver el valor cobrado al titular de la tarjeta y normalmente  pierde el producto en caso de que el estafador ya se haya ido con la mercancía usurpando el puesto de otro.

Cuando un usurpador, por ejemplo, emplea los datos para comprar un producto online de una computadora y esta le cuesta $300, la operación se realiza, pero el verdadero dueño de la tarjeta se da cuenta del fraude y contacta a la empresa, la cual se debe hacer cargo no solo de los $300, sino de un costo adicional por lo que se conoce como tasa de contracargo.

Pero el verdadero costo de un fraude en línea va más allá de lo que se pueda perder en una operación online. Se ha comprobado que casi el 60% de los clientes no compran en la empresa de la que fueron víctimas de irregularidades económicas.Se pierde  no solamente dinero, sino también reputación.

El costo final de una compra fraudulenta puede casi duplicar el costo original de la venta. Se calcula que el costo total de un fraude de S100, por ejemplo, termina siendo de 196 dólares. Para ello se consideran los siguientes ítems.

1.- Costos de mercancía y envío

La compañía gasta esfuerzo y dinero en lo que representa el valor de la mercancía, así como el empaque y envío.

2.- Costos de gestión de contracargos

Para no ser víctimas de los contracargos las empresas también invierten. Se gasta con la impugnación de los mismos . Esto requiere invertir tiempo y recursos en la recolección de evidencias y seguimiento del caso, además de adquirir más profesionales dedicados a esta área o invertir en la capacitación de los empleados con los que ya cuenta.

3.- Tarifas de contracargo

Las transacciones fraudulentas implican tasas no recuperables. Todo lo referente a los gastos del proceso de compra va por parte de la empresa y, si son víctimas de fraude, dar con el estafador también implica un esfuerzo económico extra.

4.- Costos indirectos

Hay costos difíciles de contabilizar, pero que son importantes, como la ya mencionada reputación de la compañía. Los clientes que son víctimas del robo de identidad tienden a tener más recelo con la empresa donde se registraron los hechos.

Las ventas online van en aumento y las transacciones fraudulentas en línea cuestan cada vez más al e-commerce.