Ciudad de México.- Este domingo 10 de noviembre, en punto de las 10:00 horas, iniciaron las votaciones para que el Partido Acción Nacional (PAN) elija quién será el nuevo encargado de llevar la dirigencia nacional. Para este cargo hay dos candidatos (Jorge Romero y Adriana Dávila). Para ello, recolectar los sufragios se han instalado casillas en mil 136 puntos distribuidos en todo el país, las cuales cerrarán operaciones a las 17:00.
El escrutinio y conteo de los votos iniciará poco después del cierre de casillas. Se espera que el resultado esté disponible alrededor de las 22:00 horas. Sin embargo, conforme a los estatutos del PAN, la declaración oficial de validez de la elección y la entrega de la constancia de mayoría a la planilla que alcance el 37 por ciento de los votos válidos emitidos está prevista para el miércoles 13 de noviembre y el viernes 15, Cortés cederá la presidencia a quien resulte ganador. Si se interpone alguna impugnación, será el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación quien analice las pruebas.
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Encargada de supervisar la transparencia en el proceso y el conteo de votos, la Comisión Nacional de Organización de la Elección (Conecen), presidida por Ana Teresa Aranda, garantiza la conformidad en este proceso de selección. Por su parte, Adriana Dávila ha señalado la existencia de irregularidades; acusó a la dirigencia nacional actual de operar a favor de Jorge Romero, quien, según ella, cuenta con el respaldo de Marko Cortés.
Dávila sostiene una postura crítica hacia cómo ha evolucionado el partido. Desde su perspectiva, el PAN necesita iniciar un proceso de renovación luego de haber cometido el error de formar coalición con el Partido Revolucionario Institucional (PRI), dado que los valores y prácticas del blanquiazul son diferentes a las del tricolor. La funcionaria hizo hincapié en que la alianza los puso en posición de vulnerabilidad durante la campaña electoral.
En contraste, Romero cree que la decisión de continuar o finalizar la cooperación entre partidos debe surgir de un debate interno, en el que se escuchen y consideren todas las opiniones de la militancia. Al mismo tiempo, apuesta por un cambio de estrategia que ignore los distractores que tiende a lanzar Morena, para así poder centrarse en casos realmente importantes.
Fuente: Tribuna Sonora