Empalme, Sonora.- De nueva cuenta el municipio rielero se convirtió en campo de guerra, pues en menos de 24 horas se registraron hechos de alto impacto en los diversos puntos de la localidad; el último en las inmediaciones del ejido Junelancahui, donde se localizó el cuerpo maniatado de un hombre.
Tras la simultánea activación del ‘Código Rojo’ la noche del jueves, alrededor de las 08:03 horas del viernes se reportó una cuarta ejecución, y con ello, la reactivación de las fuerzas policiacas y militares.
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- El recuento
Luego de 4 días de aparente ‘calma’ y sin dar tregua a la tranquilidad de los ciudadanos, al mediodía del jueves se registró la ejecución de un joven a las afueras de una vulcanizadora ubicada en las cercanías del poblado San Fernando.
Posteriormente, a las 21:58 de ese día y tras reportarse una serie de detonaciones, resurgió la violencia en Empalme, al consumarse la segunda ejecución, cuando hombres armados ubicaron y asesinaron a un hombre identificado como Juan ‘M’., de 35 años cuando caminaba sobre la calle 11, entre el bulevar Héroe de Nacozari e Independencia de la colonia Libertad de la ‘Ciudad Jardín’.
Aún con el operativo ‘Código Rojo’ activo, y tan solo media horas después una llamada anónima alertó a la línea 911 sobre la presencia de un cuerpo sin vida en el interior de un tambo mismo que hasta el momento no ha sido identificado, justo en la calle principal de la entrada de la comunidad de Cruz de Piedra, sumando así el tercer ejecutado del día.
- Otro más
Sin dar pausa, a los hechos sangrientos, alrededor de las 7:00 horas del viernes, se alertó a las autoridades sobre el macabro hallazgo de un cadáver en el camino que conduce al ejido Junelancahui del Valle de Empalme.
Por el momento se desconoce la identidad de la víctima, pero se sabe quedó sin vida sobre el camino de terracería, y contaba de entre 35 y 40 años aproximadamente, es de complexión delgada, tez morena, y simple vista presentaba visibles huellas de tortura y violencia.
A ambas escenas acudieron los elementos de la Policía Estatal de Seguridad Pública (PESP), Guardia Nacional, Secretaría de Marina y el personal de peritos de la Fiscalía General de Justicia del Estado (FGJE) quienes se encargaron de efectuar el retiro y traslado de los restos a al Anfiteatro Municipal a fin de los aspectos legales conducentes.
Fuente: Redacción Tribuna